Juan Domingo Perón dijo alguna vez que la víscera más sensible del hombre es el bolsillo. Su enfoque parecería ser acertado si miramos hoy encuestas en las que se evalúa la gestión de Alberto Fernández a lo largo de sus primeros tres meses. Para mejor o para peor, el bolsillo sigue siendo la directriz que define la opinión mayoritaria sobre la tarea gubernamental.
Pese a los argumentos esgrimidos por el propio Fernández, las peores medidas tomadas por su gobierno en sus primeros tres meses fueron las relacionadas con los jubilados . Por el contrario, lo mejor ha pasado por el congelamiento de las tarifas de servicios públicos. Tales conclusiones surgen de un sondeo de opinión pública realizado por Clivajes Consultores, concluido el 4 de marzo y en el que fueron relevadas 1127 personas mayores de 16 años de todo el país, en forma online.
Cuando se consultó a los encuestados sobre la mejor medida implementada por el Gobierno en los primeros meses de su gestión, el 22,8% mencionó el congelamiento de tarifas; el 14,9% citó el incremento salarial a los trabajadores; el 11%, la tarjeta alimentaria; el 10,2%, el plan de medicamentos gratuitos, y el 6,3% la doble indemnización por despido sin causa, al igual que la moratoria fiscal para Pymes.
A la hora de evaluar la peor medida tomada por el Poder Ejecutivo Nacional en el mismo período, el 33,8% mencionó la política hacia los jubilados de dos distintas formas: el 22% citó la suspensión de la movilidad jubilatoria y el 11,8%, el incremento segmentado de las jubilaciones. Otro 22,8% indicó que el mayor error fue el impuesto País, que encareció en un 30% la compra de dólares, y el 8,6% optó por señalar el aumento del impuesto a los bienes personales.
El tema del aumento de las retenciones a las exportaciones de granos no alcanzó mayor volumen en las respuestas de los consultados por cuanto el 5,5% lo mencionó como la mejor medida, en tanto que el 2,4% lo consideró como lo peor que ha dispuesto el Gobierno.
A un día del comienzo de las protestas del campo en oposición al incremento de las retenciones a las exportaciones de soja, y en vista de este último dato de la encuesta, podría concluirse que, al menos por ahora, el gobierno de Fernández no se siente incómodo confrontando con un sector rural, al que pretende dividir. Las autoridades del oficialismo creen que el costo político que pagarán por este conflicto será menor y que la disputa le puede conferir a la coalición gobernante una impronta épica que la cohesionará.
Las opiniones pueden ser muy distintas si se recuerda lo sucedido luego del prolongado conflicto con el campo que protagonizó en 2008 el gobierno de Cristina Kirchner , cuando se intentó imponer retenciones móviles que terminaron siendo rechazadas en el Senado con el voto de desempate del vicepresidente Julio Cobos . Un año después, el kirchnerismo perdió las elecciones legislativas de medio término, una derrota en la que la escisión de Sergio Massa del oficialismo impactó en forma considerable.
A pesar de la agenda política que Alberto Fernández ha intentado instalar en las últimas semanas, de la mano de la reforma judicial y del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo , la economía y el bolsillo siguen pesando más que cualquier otra cuestión en la opinión pública a la hora de calificar la gestión presidencial.
¿Cuál es el límite de tiempo que le concede la ciudadanía al actual gobierno para que demuestre que su programa funciona? El 43,3% de las personas consultadas por Clivajes le da un año; el 17,3% le otorga solo seis meses; el 19,6%, dos años; el 1,6%, tres años, y el 14,9% le concede todo el mandato. La conclusión es que seis de cada diez ciudadanos esperan resultados concretos no más allá del año de gestión.
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