El Canalla estiró su largo invicto como local: suma 28 partidos sin derrotas. El club de Núñez no pudo asegurar el primer puesto de su zona.
Jaminton Campaz es uno de los mejores jugadores del fútbol argentino. Es simpático, además: horas antes de jugar el clásico contra Newell’s se dejó fotografiar haciéndose las manos con una pedicura. También es provocador: suele repetir que admira más a Cristiano Ronaldo que a Lionel Messi. Por eso le dice el Bicho. Pues bien, ese personaje colombiano de 23 años fue la figura estelar en la notable victoria 3-1 de Rosario Central contra River, triunfo que perjudica a Boca en la ilusión de meterse en la próxima Copa Libertadores por la tabla Anual porque los rosarinos se adelantaron 6 puntos cuando al Xeneize le quedan dos partidos (Newell’s este domingo y Godoy Cruz en Mendoza). Datos extras: el equipo que comanda Miguel Ángel Russo culminó el año sin caídas en el Gigante (22 duelos) y suma 28 partidos sin caer, con 15 alegrías y 13 empates.
Jugó al trote River en la primera parte, casi sin ganas. Y para respaldar la sentencia se puede poner la lupa en dos acciones. Una, la primera, cuando promediando la etapa inicial Nicolás De la Cruz perdió una pelota en la mitad de la cancha y volvió caminando, previo a acomodarse las medias por largos segundos mientras el local se desataba en ataca. La otra postal es la del gol del empate del Canalla a los 45 minutos: otra vez De la Cruz erró un pase de los que no suele fallar por su categoría, Luca Martínez Dupuy abrió para Campaz y fue a buscar al área por detrás de Paulo Díaz, que inició la carrera dos metros antes que el local y la terminó dos metros más tarde. Sí, Dupuy aceleró a fondo para tocar al gol en su cara a cara con Franco Armani y el chileno fue al tranquito.
Es posible que le haya quedado largo el semestre a River después de la eliminación con Inter de Porto Alegre en los octavos de final de Copa Libertadores. Pero el simple hecho de vestir la camiseta de Núñez deber funcionar como incentivo para los futbolistas. Otra vez Martín Demichelis optó por los experimentados, con Milton Casco de lateral izquierdo, con Manuel Lanzini de interior y con Ignacio Fernández flotando como segundo delantero. En el sector derecho insistió con Santiago Simón, que fue muy bien para adelante y sufrió en los mano a mano con el colombiano Campaz.
La incorporación de De la Cruz le dio mayor y mejor tenencia a River porque el uruguayo es de una categoría superior. El problema aparece si juega con las ganas justas (tal vez ya está palpitando la doble fecha de Eliminatorias). Las dos pérdidas del volante en campo propio generaron dos contras peligrosas, la segunda de ellas culminó en la igualdad de Martínez Dupuy.
No pesó en ataque River, más allá de que tuvo una alta posesión (más del 70 por ciento). Nacho Fernández esta vez fue de los mejores: encontró un lugar por delante del zaguero Carlos Quintana y desde ahí nacieron las mejores de River, que no fueron muchas. El ex mediocampista de Gimnasia participó del gol de Esequiel Barco: la picó de gran modo ante la salida de Broun. Un detalle: fue Kevin Ortíz el que la tocó sin querer para atrás y le cedió el tanto a Barco.
River jugó aún peor en el complemento porque ya no manejó el balón. Rápido, tras una distracción en un córner, Leandro González Pirez se chocó la pelota y anotó en contra el 2-1. Instantes después, Enzo Pérez se ganó la roja por doble amonestación.
Y le quedaron espacios a Campaz para demostrar que es bueno de verdad. Hizo un golazo: la picó de tres dedos ante la salida de Armani para poner el 3-1 definitivo.
Festejó así el Canalla, que se metió en zona de Libertadores y le sacó ventaja a Boca, entre otros.
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