La conductora paraguaya se divertía con India a la vera de un río sin darse cuenta de que a pocos metros estaba el reptil.
No es una película de terror, se trata de una escena de la vida misma y tiene como protagonista a Dallys Ferreira. Aunque sí, el video podría ir acompañado por la música de Tiburón o cualquiera de esos filmes que erizan la piel.
Dallys se divertía a la vera de un río filmando a su hija India, de 4 años, mientras la pequeña entonaba una canción de Frozen. Hasta ahí todo normal. Pero la situación derivó en un terrible susto cuando la conductora paraguaya y su marido el empresario argentino Nicolás Sporleder descubrieron que detrás de la niña, nadando sigilosamente y a pocos metros de distancia, había un yacaré.
Instalada en Ciudad del Este hace más de un año, Dallys suele mostrar en las redes sociales cómo es su nueva vida desde que dejó la televisión argentina para regresar a su ciudad natal. Y en uno de los videos de Instagram puede verse el particular y escalofriante momento que vivieron con India.
La pequeña aparece interpretando con una linda edición y mucha ternura Libre soy, la clásica canción de Frozen. A mitad del tema, el peligroso reptil asoma su cabeza y avanza por el cauce del río sin dar precisiones sobre su longitud completa que, según la especie y su edad, puede llegar a superar los dos metros de largo.
«¡Me muero! Elsa de Frozen, de 4 añitos, vino a Paraguay. ¡Vida de mamá! Princesita se re esforzó para cantar toda la canción», comenzó diciendo Dallys antes de dar cuenta sobre la aparición del intruso.
«Pequeña anécdota: India cantando muy emocionada, nosotros bobos de amor (por supuesto, somos sus papis), hasta que Nico me dice: ‘¿Aquí no hay cocodrilos, ¿no?'», detalló Dallys.
Y siguió contando, con humor: «Yo le dije que sí, que hay… Resulta que cuando miramos atrás de India estaba el yacaré mirando con la cabecita afuera. Claro, sin decirle nada la sacamos y nos fuimos a la m…».
Al susto le siguió el alivio y tanto Dallys como India volvieron a sus ocupaciones diarias. La madre a su trabajo como periodista (se recibió en una facultad de Buenos Aires) en una importante cadena de medios local y la niña a seguir entonando canciones de Frozen pero en la paz del hogar, sin peligros a su alrededor.
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