Desde la Fundación “Un Tatuaje por una sonrisa” confirmaron que en dos días viajarán a la comunidad wichi para ayudar a la niña y su familia.
El caso de Zaira, desde Salta, conmovió hasta los huesos a todo el país. La niña de 12 años vive junto a sus abuelos en condiciones infrahumanas, a la vez que atraviesa un grave cuadro de depresión y desnutrición tras la muerte de su madre.
La pequeña no habla ni camina. Además, en un intento por incentivarla a comer, sus hermanos le dejaron un trozo de pan en una de sus manos y, en un descuido, los chanchos se lo sacaron y hasta le comieron uno de sus dedos.
Luego de que la historia se hiciera viral gracias a una vecina, Juan Pablo Rodríguez de la Fundación Un Tatuaje por una Sonrisa (Córdoba), inició una campaña en las redes para poder ayudar a la familia de la niña y mejorar su calidad de vida.
La buena noticia es que ya lograron recaudar un millón de pesos y en los próximos días prevén viajar a Salta para comenzar con las mejoras.
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