Se trata del bonaerense Jonathan Sosa, que enfrentó a Terrence Williams en Florida. El púgil de 33 años recibó el brutal castigo, cayó con la cabeza hacia atrás y preocupó a todos. Su récord negativo chocó contra la juventud y el poder del invicto estadounidense.
La pelea entre Terrence Williams y el argentino Jonathan Ariel Sosa pareció tener su resultado cantado desde antes de su comienzo, pero nadie se imaginaba que el final se resolviera tan velozmente y con semejante brutalidad, un nocaut en el primer round que se mete entre los más terroríficos del año.
El nacido en San Martín, en el conurbano bonaerense, llegó a la velada organizada por ProBox Promotions este miércoles por la noche en el WhiteSands Event Center de Plant City, Florida, con un récord para nada alentador.
Los registros de este púgil de 33 años que debutó como profesional en 2014, son los de un guerrero de la categoría welter: 7 victorias (4 por la vía rápida) y ahora 17 derrotas (6 KO), con dos empates. Del otro lado estaba la juventud y la potencia de Williams, diez años más joven que Yoni y con 6 triunfos en igual cantidad de combates (cinco nocauts).
Además, Sosa se subió al ring con una racha desoladora: había perdido sus últimas 10 peleas, y la última victoria la consiguió el 20 de mayo de 2017, cuando le ganó a Esteban Rocabado en el Club Almafuerte de San Martín. En estos casi siete años cosechó 14 derrotas y un empate.
Al invicto moreno le tomó poco más de un minuto derribar a Sosa, quien pagó demasiado caro no defender con la guardia alta y recibió el impacto de dos ganchos de zurda letales sobre su cabeza, que lo mandaron de espaldas a la lona, provocándole otro golpe más contra su nuca en la caída.
El impactante video de Williams sobre Sosa sorprendió a los fanáticos del deporte, generando admiración a la vez que consternación por la imagen que brindaba el argentino, profundamente conmovido y sin reacción en el piso.
Fue tal el impacto del nocaut que el árbitro decretó el final de la pelea en forma automática, y pidió con urgencia la presencia de los médicos para examinar al argentino. La secuencia generó una enorme preocupación en torno a la salud del púgil bonaerense, y el propio Williams se expresó al respecto.
Tras la pelea, el joven boxeador estadounidense celebró su triunfo, que lo pone en carrera para aspirar a algún título, y se tomó su momento para hablar de Sosa aclarando que su oponente se encontraba «ok» y «respondiendo bien».
La pelea entre Williams y Sosa fue uno de los cinco combates presentados durante el Wednesday Night Fights que organiza ProBox y que tuvo como pelea de fondo el enfrentamiento por peso welter ligero entre Robbie Davie Jr. y Sergey Lipinets.
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