Policiales

La joven encontrada en Villa Lavalle murió estrangulada con el cordón de la zapatilla

Los peritos trabajan en la escena del crimen. Foto El Tribuno/Andrés Mansilla

La víctima tenía entre 20 y 30 años. El cuerpo estaba semidesnudo. Tenía golpes en el rostro. Sospechan que fue abusada.

El cuerpo semidesnudo de una joven fue encontrado en un terreno baldío ubicado sobre la calle Río Piedras al 200 y que funciona como aguantadero, a pocos metros del canal Velarde, en el límite con el barrio 18 Viviendas.

Ayer, alrededor de las 9.30, una matrimonio de ancianos alertó a la Policía sobre el hallazgo del cadáver de una mujer, cerca de su casa.

Un móvil acudió al lugar. La escena era desgarradora y los signos de violencia evidentes. Sobre el suelo, cubierto de yuyos y de toda clase de basura yacía el cuerpo de una joven de entre 20 y 30 años. Había sido estrangulada con el cordón de una de sus zapatillas. Además, tenía sangre en la boca, como si hubiera recibido un fuerte golpe de puño.

Trascendió que no tenía prendas de vestir en la parte inferior por lo que los investigadores sospechan que podría haber sido víctima de abuso sexual. No llevaba documentos, papeles, ni ningún signo en particular que facilite determinar su identidad, según informó El Tribuno.

«Todas las noches se juntan a «pipear’ (consumir pasta base) aquí. También es un motel del diablo. Nosotros estamos acostumbrados a ver cada cosa. Hace poco acuchillaron a un chico. El baldío da para todo», dijo un muchacho que vive a 40 metros de la escena del crimen y que no quiso brindar su identidad por temor a represalias.

«Algunos vecinos dijeron que escucharon gritos, nosotros no. Yo salí al baño que está en el patio de mi casa a las 4.30 y no escuché nada. O sea que a la chica la mataron después o vinieron a arrojar su cuerpo», sostuvo.

Una fotografía

«Los policías de civil nos mostraron una foto de la chica muerta para ver si la reconocíamos. Era morocha, con cabello oscuro. Tenía los dientes quemados por la droga, como todos los chicos que vienen a fumar al baldío. Además, tenía los labios muy hinchados como si le hubiesen dado una piña y vestía una campera turquesa», relató una vecina de la zona. Por las noches, en el basural reina la oscuridad.

«No hay nada de luz y todos se aprovechan de eso. Los que roban celulares y carteras en la avenida vienen corriendo para aquí, saltan los alambrados como si volaran y se esconden. Saben que nadie es capaz de cruzarlo ni los policías, porque está lleno de basura, excremento. Antes, este lugar era un barranco y lo rellenaron hace un año. Todas las noches hay problemas pero la Policía no hace nada. Nosotros hicimos una denuncia por la situación», añadió otro vecino.

«Tengo hijos chicos y no les saco los ojos de encima. No me puedo descuidar. En verano directamente no salimos de noche. Nos encerramos en la casa. Por suerte ahora hace frío y ya no viene tanta gente al baldío a tomar y drogarse», dijo una joven madre.

«Es triste ver como niños de 12 años se drogan y roban para poder comprar la droga. Cuando se desconocen se agarran a pedradas con hondas. Nuestro barrio está lleno de nidos de droga. Parecemos la villa 1-11-14 de Buenos Aires. Ni la Policía ni la Justicia actúan. Esto se veía venir», agregó. 

Marginalidad

Desde pañales sucios, preservativos usados, botellas, cajas de vino hasta restos de juguetes y electrodomésticos en desuso ilustran el deplorable y macabro panorama del lugar.

A pesar de que existen dos carteles que dicen: «Prohibido tirar basura» y «No pasar, propiedad privada», nadie cumple y el lugar es un basural a cielo abierto y refugio de delincuentes.

La calle Río Piedras se transformó ayer en un hervidero de policías. Peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales recogieron indicios y efectivos de la División Homicidios entrevistaron a los vecinos de la barriada en búsqueda de alguna pista que los llevara a identificar a la joven. Su cadáver fue llevado a la morgue judicial.

«Se le practicará la autopsia. Aparentemente fue estrangulada. Hay indicios. Tenía entre 20 y 30 años y un cordón alrededor del cuello», manifestó a El Tribuno el auxiliar fiscal Nicolás Alonso, de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas 3.

Hasta el sábado a la noche la chica, ultimada a golpes y estrangulada, seguía como NN y no había detenidos. Los motivos del crimen eran también un misterio.

 

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