En un partidazo que estuvo a punto de perder en los 90 minutos, el conjunto de Messi se impuso 5 a 3 en tiempo suplementario y avanzó a las semifinales.
Nadie más que Lionel Messi y los suyos saben cuánto impactó en él el affaire que generó la divulgación de su contrato. Solo ellos tienen claro si el después del 30 de junio permanecerán en Barcelona o armarán las valijas. Por lo pronto, el capitán intenta responder en la cancha cada zancadilla, cada operación, cada carpetazo en una temporada turbulenta. Este miércoles no le tocó convertir, pero aportó para arrancar de las tinieblas a su equipo y catapultarlo a las semifinales de la Copa del Rey en un partido de locos que el conjunto catalán le ganó 5 a 3 en tiempo suplementario al duro Granada.
Que tiene un contrato faraónico que arruina al club. Que genera ingresos mucho mayores al egreso que produce. Que el club le debe más de 60 millones de euros. Que el diario El Mundo y un puñado de exdirigentes serán demandados. Demasiado ruido en los últimos días. Tanto que Ronald Koeman, a menudo moderadísimo en sus expresiones, había respaldado abiertamente a su capitán. “Es absurdo que habléis de este tema de Messi tres días. Si hay voluntad de hacer daño a un jugador, mi cuerpo técnico y yo haremos lo posible para defenderlo”, había dicho el DT el martes.
En medio de ese clima enrarecido salió el Barça a jugarse el pase a las semifinales de un torneo que ganó 30 veces y que en estos días representa su objetivo más accesible en una temporada que lo tiene lejos de la cima en la Liga (está a 10 puntos de Atlético de Madrid) y a la espera de su duelo ante París Saint-Germain por los octavos de final de la Champions League.
La última vez que el conjunto blaugrana había visitado el estadio Nuevo Los Cármenes, el 9 de enero, había goleado 4 a 0 con tres tantos en el primer tiempo. Este miércoles salió a disputar el partido como si deseara liquidar la faena tan rápido como aquella vez. Los primeros 30 minutos de la visita fueron a todo ritmo, con Messi como eje y con el arquero Aaron Escandell trabajando a destajo para mantener su arco en cero. Una muestra de esa aceleración fue la amarilla que recibió Leo tras llegar a destiempo en un intento por bloquear un rechazo de Víctor Díaz.
Pero cuando la mano viene torcida…. Granada, que el año pasado había llegado a las semifinales de la Copa del Rey (cayó ante Athletic de Bilbao), golpeó en su primer remate al arco y ayudado por un grosero error de Samuel Umtiti, que se equivocó en una salida y le regaló la pelota a Soro. El mediocampista asistió al brasileño Kenedy, que solo tuvo que empujar al gol.
En la ronda previa, Barcelona también había tenido que remontar una desventaja inicial ante el Rayo Vallecano. Por lo que ocurría sobre el césped del Nuevo Los Cármenes, parecía que la historia se repetiría. Pero, a diferencia del modesto conjunto madrileño, Granada supo capitalizar al máximo sus escasas oportunidades. Antes de que se completara el segundo minuto del complemento, Roberto Soldado aprovechó un pase larguísimo de Montoro, corrió mientras Umtiti le miraba la espalda y definió ante el achique de Ter Stegen.
Apremiado por el resultado, el equipo de Koeman empujó con enjundia y cada vez con menos prolijidad, mientras su defensa temblorosa lo exponía a una goleada. Tuvo chances de sobra, pero la gran actuación del arquero Escandell y el travesaño le cerraron el camino al gol. Cuando la derrota empezaba a dibujarse en el horizonte, Messi buscó a Antoine Griezmann por la izquierda, el francés remató con una pirueta poco ortodoxa pero efectiva y Escandell terminó introduciendo el balón en su valla.
Un disparo de Messi repelido por el poste derecho, ya con el tiempo cumplido, fue el preludio del empate por el que el Barça había hecho méritos. La fórmula fue muy parecida a la del primer tanto: Messi profundizó para Griezmann por la izquierda, esta vez el delantero asistió de cabeza y Jordi Alba, también con la testa, selló el 2 a 2 que mudó la definición al alargue.
El inicio de la prórroga fue un monólogo de la visita ante un adversario que apostaba sus fichas a la resistencia heroica y a la buena puntería en los penales. La búsqueda dio sus frutos a los 10 minutos con la misma sociedad que había intervenido en el segundo grito: Jordi Alba despachó un centro desde la izquierda y Griezmann no perdonó en el corazón del área.
Sin embargo, la alegría duró apenas un puñado de segundos. El tiempo que tardó el estadounidense Sergiño Dest en dormirse en su área y cargar por la espalda a Carlos Neva. El árbitro no dudó y sancionó penal. Fede Vico tampoco dudó desde los 11 metros y restableció la parda.
De todos modos, quedaba claro que el equipo de Koeman tenía mucho más resto y en el segundo tiempo del alargue lo dejó más claro que nunca. A los 2 minutos volvió a pasar al frente gracias al neerlandés Frenkie De Jong, que recogió un rebote largo del arquero Escandell tras un remate de Messi y tocó a la red. Y a los 7 lo liquidó con un golazo de Jordi Alba, una pieza clave en la remontada que permitió a los catalanes acceder a las semifinales.
Los cruces de los cuartos de final de la Copa del Rey habían comenzado el martes con la victoria 1 a 0 de Sevilla sobre Almería con un gol de Lucas Ocampos. El miércoles, Levante venció 1 a 0 a Villarreal gracias a un tanto de Roger Martí en el último minuto del tiempo suplementario, El jueves completarán Betis-Athletic de Bilbao.
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