Se trata de un pedido que realizan desde hace años y no reciben respuesta. Son miembros de la comunidad wichi El Crespín, ubicada en el kilómetro 4 de la ruta 86 (en la jurisdicción de Tartagal). Aparece la sombra del sospechado Fondo de Reparación Histórica.
La falta de agua potable se presenta como un problema que no se soluciona desde hace años. Por ahora el agua es pedida como favor a distintos vecinos que les permiten conectar la manguera que tiene la comunidad al grifo y de allí repartir el agua para las 30 familias que viven en El Crespín. A veces comienzan a las 20 y terminan a las 6 por la baja presión de agua, según informó Que Pasa Salta
El cacique de la comunidad, Cebino Simplicio, indicó por Nuevo Diario que los reclamos se vienen realizando durante años ante la intendencia a cargo de Sergio Leavy. Sostuvo que los reclamos se realizaron en tanto la red de agua potable pasa a sólo unos 300 metros de donde se encuentra la comunidad.
«Primero dijeron que falta presupuesto y que no podían comprar las mangueras», dijo Simplicio al indicar que ante esta justificación es que lograron conseguir las mangueras por otro lado.
Tras avisar de la gestión es que, sostuvo, el intendente se comprometió «a ayudarnos con la mano de obra», a fin de poder hacer que el agua llegue a la comunidad a través de la red de agua potable. Pero sostuvo que también se incumplió con este compromiso.
«Nosotros vamos a seguir haciendo los reclamos hasta el viernes. Pero fueron los ancianos de la comunidad quienes dijeron que están cansados y por eso están viendo de instalarse en la ciudad judicial», dijo Simplicio.
Frente a esta situación y promesas vanas del gobierno de Urtubey, aparece en los vecinos el recuerdo del prometido y sospechado Fondo de Reparación Histórica, que resultó en una enorme defraudación histórica ya que tiene como lamentable saldo a 30 obras que nunca comenzaron, cerca de 80 paralizadas o nunca terminadas y un faltante cercano a los 500 millones de pesos del que nadie da ni pide explicaciones.
En el caso de las obras de agua, un resonante caso que genera graves sospechas de desvíos de fondos, es el de la empresa Mega SRL de propiedad del hermano de la ministra de Educación, Analía Beruuezo, quién cobró en el año 2013 millonarias sumas por obras de agua que nunca hizo y que hasta el día de hoy nadie sabe del destino de esos fondos.
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