Aunque todavía no se dieron detalles respecto a cómo planearon el secuestro del empresario Víctor Giménez ni tampoco de quién fue la idea, sí se pudo conocer ciertos datos que permiten construir un perfil de estos delincuentes.
El más joven de los cuatro detenidos es Franco Gerónimo Campos, quien tiene 19 años y reside en barrio Libertad, en la zona sudeste. Al responder sobre sus datos personales al juez federal Julio Bavio, en la audiencia de formalización de la investigación penal, sostuvo que terminó el secundario.
Sobre su ocupación, el joven dijo ser estudiante y afirmó con mayor firmeza que es jugador de fútbol, aunque no precisó para que equipo. No obstante, fuentes policiales dijeron que el joven habría jugado en el club Atlético Mitre, aunque también habría pasado por las inferiores de Juventud Antoniana.
Su hermano mayor, Héctor Mario Campos, con 21 años, también fue detenido por participar del secuestro del empresario. Al identificarse ante el juez, reveló que cursa una carrera universitaria, pero no aclaró cuál.
A diferencia de su hermano más chico, registra un antecedente que data del 8 de junio de 2018, aparentemente, por un presunto robo en perjuicio de un joven de apellido Díaz, hecho por el cual el Juzgado de Menores 2 había emitido una orden de captura.
De todos los detenidos, Héctor Mario Campos aparece apuntado por la policía como el más osado y no se descarta que haya tenido preeminencia sobre el resto para llevar adelante el secuestro, incluso es sindicado como el ideólogo del golpe.
Además, un dato en particular destaca a los hermanos Campos y es que su padre Mario Adolfo, trabaja para la empresa El Cóndor, propiedad de Giménez, el hombre de 72 años que Franco y Héctor secuestraron junto a dos amigos más.
Este dato no es menor para los investigadores, pues se cree que los dos jóvenes se habrían valido de información que habría escuchado de boca de su padre, quien, cabe señalar, se encuentra profundamente afectado por lo sucedido e incluso fue el promotor de que su hijo mayor se entregara a la policía.
Albañil y pintor
Héctor Joaquín Rodríguez, de 32 años, otro de los implicados, es el mayor de todos los detenidos. Reside en barrio Santa Cecilia, colindante a Libertad, de donde son los hermanos Campos. Sobre su ocupación, dijo ser albañil.
Según fuentes policiales, es el más retraído, aunque detrás de esa apariencia, no descartan que sea otro de los que más influencia tuvo en la planificación del secuestro, pues también posee familiares que se desempeña en la empresa transportista.
El cuatro implicado, en tanto, es Ezequiel Maximiliano Toledo, alias “Chuky”, un joven de 20 años del barrio Miguel Aráoz, en la zona sur de la ciudad. Con sus estudios de secundario incompleto, dijo trabajar esporádicamente como pintor.
Al igual que el mayor de los hermanos Campos, Toledo registra antecedentes por delitos contra la propiedad. Según lo informado, el 29 de febrero del 2020 habría cometido un robo en perjuicio de una persona de apellido Soria, hecho por el cual se iniciaron actuaciones penales en su contra en el Juzgado de Garantías 5.
Asimismo, y de las pesquisas realizadas por los investigadores del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, se reveló que Toledo sería consumidor de estupefacientes, incluso la noche anterior a ser detenido, los vecinos revelaron que lo vieron junto a su grupo de amigos en plena ingesta de sustancias.
Además del delito, entre los cuatros detenidos habría un común denominador, que sería el fútbol, una actividad en la que se habrían conocido, pues en la exploración de las redes sociales e informes con vecinos, surgen datos que los ubican como integrantes de equipos de inferiores, ya sea en Mitre, Juventud y Central Norte.
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