La profesional había denunciado que una paciente, junto a toda su familia, iba a ingresar de manera ilegal a Salta para hacerse atender en el Hospital San Bernardo.
Las amenazas que recibió una médica salteña llegó a los medios nacionales. La profesional había denunciado ante las autoridades provinciales que una mujer de Tarija (Bolivia) -acompañada de su familia- iba a llegar al Hospital San Bernardo para realizarse un estudio de rutina. Advirtió que dicha persona intentaría burlar los controles del operativo de protección civil para ingresar ilegalmente a Salta. Esto desencadenó en una serie de amenazas hacia su persona.
Todo empezó a principios de mayo cuando denunció que colegas bolivianos habían pedido el traslado de una mujer a nuestro país desde una zona de riesgo, con las fronteras cerradas y todavía en plena cuarentena estricta nacional por coronavirus, indicó La Nación.
Tras advertir que la paciente junto a varios familiares intentaría evadir los controles del operativo de protección civil para llegar ilegalmente a la provincia fue que empezaron las amenazas para la víctima.
«Llegaron al hospital San Bernardo a las tres de la mañana, en dos autos sin patentes. Cuando allí les preguntaron sus nombres y lugar de procedencia, el personal administrativo alertó a la policía. Pero la familia se fugó. Los buscaron en los domicilios declarados, pero no estaban allí. A las ocho de la mañana se presentaron en mi clínica», contó la médica en diálogo con La Nación.
«No podíamos dejar a la paciente en la calle. Decidí recibirla con el protocolo, porque no sabíamos si tenía coronavirus, pero venía de un lugar con circulación comunitaria. La recibí y le prohibí el ingreso a sus familiares, que debían ir a cuarentena obligatoria. Fue en este momento que comenzó la agresión», añadió.
«Dijeron que me iban a violar, que me iban a encontrar muerta. Ellos pusieron en riesgo a la población de esta provincia y violaron la restricción de ingreso de personas provenientes de zonas de riesgo. A mí no me importa si son de Bolivia o de la Argentina, sino el control epidemiológico», remarcó la víctima.
Después del incidente la policía encontró a los agresores y los obligó a cumplir con el aislamiento obligatorio, pero cuando la médica se puso en contacto telefónico con ellos por los resultados de los estudios volvió a ser amenazada.
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