Además reclaman que del millón de pesos que recaudó una ONG cordobesa, no habría llegado ni 10 centavos.
Donar sobras no es caridad, sino una burla. Por ende podría decirse que el intendente de Embarcación, Carlos Funes y su equipo se burlaron de Zaira y su familia. En las últimas horas se hicieron públicas imágenes que muestran las chapas de zinc que el municipio le habría enviado a la menor cuya historia se hizo viral y conmovió al país.
Las postales indignan y mucho. Es que en ellas se puede ver que los materiales para techar la precaria vivienda no son nuevos, ni por cerca, ya que están agujereados y hasta abollados. Como si hubiesen sido sacados de otro techo y llevados antes de ser descartados.
La solidaridad que se despertó con el caso de la niña en estado de abandono, a la que cerdos le habían comido sus dedos mientras permanecía postrada, parece también haber sido sólo una campaña. Es que, según reclamó Diana Ferreira (la joven que expuso la historia en Facebook), del millón de pesos que recaudó una ONG cordobesa, no habría llegado ni 10 centavos.
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