El fotógrafo, con quien mantenía una relación desde hace 8, mantuvo en secreto que sufría esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
La reconocida actriz de Hollywood Sandra Bullock atraviesa un duro momento personal tras la muerte de su pareja Bryan Randall, de 57 años, quien perdió la batalla contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que habían mantenido en secreto hasta ahora.La noticia fue confirmada este lunes por la propia familia a la prestigiosa revista estadounidense People, que emitió un comunicado: «Es con gran tristeza que compartimos que el 5 de agosto, Bryan Randall falleció en paz después de una batalla de tres años contra el ELA».»Bryan decidió desde el principio mantener en privado su lucha contra la enfermedad y aquellos de nosotros que lo cuidamos hicimos todo lo posible para cumplir con su pedido”, expresaron.
Además, agradecieron a los profesionales de la salud que lo acompañaron durante todo este tiempo: «Estamos inmensamente agradecidos con los médicos que incansablemente lucharon junto a nosotros contra esta enfermedad y con las asombrosas enfermeras que se convirtieron en nuestras compañeras de cuarto, a menudo sacrificando a sus propias familias para estar con la nuestra».
“En este momento pedimos privacidad para llorar y hacer frente a la imposibilidad de despedirnos de Bryan”, señalaron.
Además, pidieron que no se envíen flores. En lugar de ello, se solicitó que se realicen donaciones a la Asociación de ELA y al Hospital de Massachusetts, donde Randall recibió el tratamiento médico. En Argentina, la enfermedad, que también afectó al escritor Roberto Fontanarrosa y al baterista Martín Carrizo, ganó visibilidad tras el diagnóstico que recibió el exsenador Esteban Bullrich, quien incluso creó una fundación para promover investigaciones e innovación para su tratamiento.
Sandra Bullock y Bryan Randall se conocieron en 2015, cuando ella lo contrató como fotógrafo para el cumpleaños número 10 de su hijo Louis. Entonces, comenzaron una relación alejada de las cámaras y de la exposición mediática.
En 2021, la actriz habló de su vínculo con Randall durante una entrevista con Red Table Talk: «Encontré el amor de mi vida. Compartimos dos hermosos hijos y la hija mayor de Randall. Es lo mejor que he tenido”.
Durante todo este tiempo, nunca se casaron. “Soy alguien que pasó por el proceso de divorcio. Encontré el amor de mi vida. Compartimos dos hermosos hijos: tres hijos, él tiene a su hija mayor. Es lo mejor que hay. No quiero decir a las personas que lo hagan como yo lo hago, pero no necesito un papel (estar casada) para poder ser una pareja y madre devota”, explicó Bullock, ganadora de un premio Oscar.
El portal de noticias TMZ informó que ambos estaban distanciados y vivían en casas separadas desde hacía un tiempo. Se cree que eso se debe a la enfermedad que afrontó Randall.
¿Qué es la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)?
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta las neuronas en el cerebro y la médula espinal, causando pérdida del control muscular.
La incidencia o cantidad de personas que desarrollarán ELA cada año es aproximadamente 2 de cada 100 mil habitantes. Mientras que la prevalencia (la cantidad de personas que viven con ELA al mismo tiempo) es aproximadamente 7 de cada 100.000.
Puede afectar a adultos de cualquier edad, pero la mayoría de los diagnosticados con la enfermedad tienen más de 40 años, con la mayor incidencia entre los 50 y los 70 años de edad.
La ELA suele manifestarse en las manos, los pies o las extremidades y luego se extiende a otras partes del cuerpo. A medida que la debilidad muscular avanza, y eventualmente la parálisis, se ven afectados los miembros inferiores y superiores, lo que genera dificultades para hablar, comer y respirar (debido a debilidad de los músculos respiratorios), lo que afecta severamente la calidad de vida.
Sus síntomas varían de acuerdo a las neuronas que afecta. Entre los más frecuentes se encuentran: dificultad para caminar o realizar actividades diarias normales, debilidad en las piernas, los pies o los tobillos, debilidad o torpeza en las manos, dificultad para hablar o problemas para tragar, calambres musculares y espasmos en brazos, hombros y lengua, cambios cognitivos y de comportamiento.
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