Patricio Farcuh, el presidente de OCA y a quien se vincula con Hugo y Pablo Moyano a partir de millonarias operaciones con el gremio de los camioneros, acelera el cierre de la empresa postal privada más grande del país. La compañía tiene unos 7000 empleados, de los cuales unos 5000 serían afiliados al sindicato del exjefe de la CGT.
Virtualmente intervenida por la Justicia y con una deuda con la AFIP de unos $4000 millones, OCA había logrado el 27 de marzo último un fugaz respiro: la jueza en lo Contencioso Administrativo Liliana Heiland avaló la reducción del embargo de la compañía a $209 millones, un fallo que se interpretó para que pudiera afrontar un plan de pagos que encaminara su delicada situación financiera.
Farcuh, a quien se investiga si ofició de testaferro de los Moyano, intentó anteayer salir del país, sin éxito. Fue frenado en una de las ventanillas de Migraciones en el aeropuerto de Ezeiza.
El organismo confirmó que desde el 21 de diciembre del año pasado pesa sobre el empresario una orden que le impide salir del país.
Tras este episodio, el empresario envió por las redes sociales un enigmático mensaje: «Estamos preparando el comunicado. Gracias totales». La leyenda estaba acompañada por la foto de una de las oficinas de OCA. LA NACION intentó comunicarse con el empresario, sin éxito.
En el sector postal corren versiones sobre el inminente cierre y nadie se anima a sugerir qué podría pasar con los 7000 empleados. En el Enacom, el ente oficial a cargo de la regulación de la industria, también es por ahora todo incertidumbre. Y en Camioneros no se sorprendieron ante la consulta de LA NACION sobre el probable final de OCA.
El vínculo con los Moyano
De oficializarse el cierre, Moyano ya definió que activará una protesta en la sede central, en La Rioja y Moreno, en el barrio de Balvanera. Se habla de un acampe por tiempo indeterminado.
Un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF) detectó en enero último una serie de movimientos financieros que vinculan estrechamente a Farcuh con los Moyano.
La UIF precisó que se intercambiaron unos 100 millones de pesos entre 2014 y 2016. Las operaciones reflejan que los Moyano son mucho más que los representantes gremiales de los 7000 empleados que se desempeñan en la compañía postal. Incluso, durante la crisis de la firma postal, Moyano se hizo cargo de los sueldos del personal. Se trata de algo inédito en las relaciones contemporáneas entre empresas y sindicatos.
Aunque hoy se muestran distanciados, Farcuh y los Moyano tuvieron un vínculo estrecho.
El empresario viajó junto con los hijos de Moyano al Mundial de Sudáfrica, en 2010. Es más, compartió la tribuna con la cúpula de la barra de Independiente y los gremialistas, como sucedió en el partido entre la Argentina y Grecia, en el recóndito Polokwane, donde desplegaron banderas con leyendas alusivas a Camioneros.
Farcuh adquirió OCA en 2013 a través del Grupo Rhuo. Al año siguiente, la empresa postal pagó US$2.500.000, para convertirse en el principal sponsor del Club Independiente, cuyo presidente desde entonces y hasta hoy es Moyano.
En noviembre, Oca fue intervenida por entender la Justicia que estaba «en riesgo el patrimonio estatal», ya que OCA tenía por finalidad «eludir el cobro de la millonaria deuda fiscal».
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