En un acto que roza lo temerario, la Intendenta de Salta afirmó este lunes que en la ciudad ya hay circulación comunitaria del virus sin dar ningún sustento epidemiológico a sus afirmaciones.
Si el objetivo de Bettina Romero era sembrar pánico en la Ciudad de Salta y en la provincia, parece haberlo logrado. Este lunes disparó, sin aportar información seria, ante los medios de comunicación: “Todo indica que hay circulación viral comunitaria en Capital”.
Sin mostrar la más mínima prudencia, propia de un dirigente de alta responsabilidad, como es su caso, la Intendenta de Salta, sin dar ni datos epidemiológicos serios, ni indicios de haber consultado o de berrarse reunido con las autoridades sanitarias de la provincia afirmó, al borde de la irresponsabilidad, que en la ciudad ya existe “circulación viral”.
Pareciendo emular al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, Bettina Romero para terminar de configurar la siembra de pánico en la población, el mismo día de sus afirmaciones, casi temerarias, ordenó cavar una fosa común en el Cementerio de la Santa Cruz para enterrar a las posibles víctimas fatales de la pandemia, dejando el mensaje subliminal de que habría tantos muertos que los cementerios desbordarán y no habrá lugar en las necrópolis de la ciudad para tanto cadáver. Un cuadro de terror que no se le hubiera ocurrido ni al más irresponsable de los opositores a Gustavo Sáenz.
Eso sí, para no descuidar los gastos, lo harán con la contratación de una maquina retro pala cargadora por $150 mil para cavar una fosa.
Falta de prudencia
Las afirmaciones fueron hechas este lunes por Bettina Romero cuando todavía las autoridades sanitarias de la provincia analizan si existe circulación por conglomerado, (denominación previa a la circulación viral)y en medio de un operativo en la zona sur para detectar posibles casos de COVID-19 ante la aparición de dos casos sin nexos epidemiológicos.
“Todo indica que ya hay una circulación viral comunitaria” señaló suelta de cuerpo la intendenta de Salta Capital, Bettina Romero, tras encabezar una reunión del COE municipal, sin que estas palabras puedan ser respaldadas por las autoridades sanitarias de la provincia, quienes, con mucha prudencia, todavía no llegaron a confirmar ni siquiera la circulación por conglomerado.
¿Urgencia política?
Por estos días, Bettina Romero desvela sus días frente a los números poco felices de las encuestas para con su gestión y con su imagen política, las que le asignan más de 60% de consideración negativa. Estos índices pueden justificar la necesidad de protagonismo de la Intendenta de Salta, pero esa legítima aspiración de mejorar su imagen no puede ser a costa de la irresponsabilidad ni de sembrar el pánico en la población en momentos en que se requiere de los dirigentes y gobernantes templanza, mesura y sentido común frente a la lógica preocupación y aflicción de la sociedad salteña.
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