Fue 2 a 0 con goles de Rondón y Díaz. Cavani hizo un golazo de chilena que fue anulado con el VAR. Demichelis se quedó con su segundo clásico de dos jugados.
Saltan, cantan, bailan y gozan los jugadores y el cuerpo técnico de River tras el 2-0 en la Bombonera, un festejo que no se daba desde marzo de 2018, también por 2-0. Por eso se quedaron casi 10 minutos celebrando en el campo de juego, ante la bronca y la resignación de los hinchas xeneizes que reaccionaron con un canto de esperanza ante la inminente semifinal de vuelta de la Libertadores ante Palmeiras. Fue el clima más alto del Superclásico, que no tiene hinchas visitantes, pero que volvió a mostrar otra faceta de la rivalidad, con los jugadores en retirada triunfal hacia la manga y la gente cantando, tirando banderines y prometiendo traer la copa “que perdieron las gallinas”.
La historia contará que en el medio de las dos semifinales de la Copa Libertadores frente a Palmeiras, Boca tuvo que jugar el Superclásico de la Copa de la Liga, tan inoportuno para los locales. Aún así, la Bombonera vibró, bramó y lamentó el protagonismo de un equipo que no tuvo a los habituales titulares. Que, una vez más, muchos quedaron en deuda. Lo había advertido Jorge Almirón en la previa: quería ganar el clásico, que sigue en deuda desde el 0-1 en el Monumental.
River necesitaba los tres puntos, no tanto por la lucha en la zona del torneo sino para cerrar heridas que se abrieron después de la eliminación de la Libertadores y la Copa Argentina. Y esa sensación de quiebre entre el entrenador Martín Demichelis y los referentes. Era la prueba de fuego. El plus, ganar los dos clásicos del año.
La diferencia estuvo en el juego. River fue mejor porque construyó desde la salida a través de Enzo Pérez primero y Nicolás de la Cruz después. Los dos estuvieron siempre atentos a encontrar espacios detrás de Campuzano y superar las tibiezas de un medio con problemas para jugar y marcar. Además, vulnerar a una defensa que nunca dio seguridades, salvo Chiquito Romero en el arco.
En el primer tiempo hubo emociones y momentos de aburrimiento. River las consiguió porque manejó mejor la pelota y siempre buscó al jugador más libre. Una vez Rondón no pudo resolver, otra vez se lució Romero. Lo de Boca fue más lucha, más presión y salidas rápidas. Dos veces estuvo cerca Pipa Benedetto, en un mano a mano ganó Armani y otro cabezazo, luego de un buen centro de Sarachi, lo atajó el arquero.
En el tramo final, volvió a crecer River. Y a los 40 minutos llegó el gol, luego de una jugada por la izquierda en la que dos hombres de Boca fallaron en el rechazo. La pelota le quedó a Enzo Pérez, quien pateó desde afuera del área, el balón se desvió en Rondón y descolocó a Romero. Así, el delantero se convirtió en el segundo venezolano en marcar en un Superclásico, después de Iván Hurtado, para Boca, en 2019.
Almirón advirtió que uno de los problemas del equipo estaba en el medio y realizó tres variantes en el entretiempo: ingresaron Valentín Barco, Equi Fernández y Cristian Medina. Y mejoró bastante. Primero tuvo que sufrir con dos buenas llegadas de River, Romero salvó ante Barco y Rondón falló en la definición. Después, estuvo cerca Medina con un cabezazo luego de un buen centro de Barco.
Los ingresos del Edinson Cavani y el Changuito Zeballos mejoraron definitivamente al equipo. A los 27 minutos, el uruguayo ganó de arriba, la pelota dio en el travesaño, reaccionó rápido con una chilena y convirtió. Pero el línea levantó la bandera y el VAR ratificó la posición adelantada.
Ganar en la Bombonera era el principal objetivo y por eso Demichelis terminó armando una defensa de cinco y un medio de cuatro con un solo hombre arriba, Facundo Colidio. La apuesta era definir de contra el Superclásico. Lo controló en su área y lo liquidó en la otra. Colidio perdió el 2-0 después de una gran jugada colectiva y en el quinto minuto de adición, Enzo Díaz tomó un rebote y no falló. River logró un triunfo justo y necesario y ahora Boca solo piensa en el encuentro del jueves ante Palmeiras, soñando con el pasaporte a la final en Río de Janeiro.
Cargando ...
Agregue un Comentario