A dos meses de la muerte de Débora Pérez Volpin , ayer la familia de la legisladora y periodista se refirió a una «lesión instrumental en el esófago» como el desencadenante del deceso. Eligieron el salón Montevideo de la Legislatura para dar una conferencia de prensa, en la que el abogado Diego Pirota leyó algunos tramos del informe forense final, de 133 páginas, que firmaron todos los peritos de parte y que ya llegó a manos de la fiscal del caso, Nancy Olivieri.
De acuerdo con la querella, en el escrito del Cuerpo Médico Forense, la lesión en el esófago fue lo suficientemente grande como para que ingresara aire y terminara por colapsar distintos órganos. «Con el informe podemos tener una certeza de por qué murió Débora, solo resta saber algunas cuestiones vinculadas a cómo», señaló Pirota.
Según lo que informó el abogado, las causas de la muerte «están en relación directa con una perforación instrumental del esófago torácico con barotrauma, que genera neumomediastino, neumotórax lateral y neumoperitoneo». También, señaló que no se habían detectado enfermedades previas que hubieran podido producir la muerte.
¿Podría haber un endoscopio con fallas producir esas lesiones? Para el letrado, las características de la perforación indicarían que debió haber existido una multiplicidad de factores.
Eduardo Gerome, abogado de la anestesióloga Nélida Puente, que participó de la intervención en el Sanatorio de la Trinidad, desligó a su cliente de toda responsabilidad. «El informe es categórico. No hay ninguna imputación que se le pueda hacer a la anestesióloga. Las maniobras de resucitación fueron las adecuadas, aunque no fueran efectivas. Cuando se iniciaron, ya era tarde».
LA NACION intentó comunicarse, sin éxito, con las autoridades del Sanatorio de la Trinidad para conocer su opinón sobre el informe forense. Lo mismo ocurrió con Roberto Isaac Churba, abogado de Diego Bialonkier, el médico endoscopista que participó de la intervención.
Cuestionamientos
La pareja de Pérez Volpin, Enrique Sacco, también estuvo en la conferencia de prensa. «Este es el día de la verdad que solicitamos y nos comprometimos a dar», dijo emocionado. Y agregó: «Débora era una mujer sana que el domingo anterior había estado nadando. Nos reímos el día de la endoscopía y habíamos quedado en ir a cenar esa noche», relató.
En nombre de toda la familia, aclaró que no tiene «deseos ni sed de venganza» y agradeció especialmente a los medios porque ayudaron a que la investigación siguiera adelante. «Creo que han logrado que un juez renuncie», detalló. Así se refirió al juez en lo criminal y correccional Gabriel Ghirlanda, que anteayer, horas antes de que se conocieran los resultados del informe forense, presentó su dimisión al tribunal número 57, que subrogaba desde hacía alrededor de un año. En su lugar asumirá Carlos Bruniard, también como subrogante.
Sacco auguró un buen proceder para el nuevo magistrado y compartió el alivio que representa tener datos más concretos de las causas de la muerte. «El informe nos va a permitir a la familia abrazarnos y conseguir un poco de paz. Ahora tiene que actuar la Justicia», señaló.
En otro tramo de la conferencia, Pirota cuestionó a las autoridades del Sanatorio de la Trinidad. «Encontramos que la clínica fue otro obstáculo [el primero, según indicó la querella, fue el juez Ghirlanda]. Le mintieron a la familia diciendo que tenían incertidumbre [sobre la causa de la muerte] cuando, en realidad, sabían lo que hoy dice este informe, porque hablaron con los profesionales que la atendieron. Después sacaron un comunicado de prensa hablando de un paro cardíaco, algo de lo que mueren todas las personas. Luego, en la segunda mentira y sin ningún escrúpulo, dijeron que Débora tuvo hepatitis; más allá de ser falso, violaron el secreto profesional», criticó el abogado.
Luego expresó que desconfía de que el endoscopio que entregó el sanatorio para los peritajes haya sido realmente el que se utilizó en el procedimiento. «Hoy entendemos que ese no fue el que se usó», concluyó.
La causa por la muerte de la periodista tiene dos imputados (la anestesióloga y el médico endoscopista) y la investigación sigue delegada en la fiscalía, que es por ahora la que solicita las medidas de prueba. En las últimas semanas, fueron citadas a declarar tres instrumentadoras de la clínica y una técnica en anestesia. Lo hicieron en calidad de testigos.
«Han venido a declarar cuatro testigos, una de ellas, Miriam Frías, fue la instrumentadora presente en la endoscopía», explicó Pirota.
Y a continuación denunció que, según los testimonios, todos los testigos fueron previamente convocados a reuniones privadas con Eduardo Cavallo, director médico de la Trinidad de Palermo. Un hecho que el abogado consideró que «no puede suceder» en el marco de la investigación de una causa penal.
En la conferencia estuvieron también los diputados del bloque Suma+ que integró Pérez Volpin luego de asumir como legisladora, el 10 de diciembre pasado. Allí estaban Juan Nosiglia, Inés Gorbea, Marcelo Guouman, Patricia Vischi y Leandro Halperín, entre otros.
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