Juicio Lautaro Teruel le decía a una de las víctimas que era «un juego secreto» y que no debía contarle a nadie

Así lo manifestó la madre de la primera víctima en su denuncia y luego lo ratificó durante el inicio del juicio.

Este lunes comenzó la audiencia de debate contra Marcos Lautaro Teruel, Gonzalo Farfán y Silvio Rodríguez por delitos de abuso sexual. En la primera jornada, declaró la madre de la primera denunciante y contó cómo sucedieron los abusos sufridos por su hija cuando tenía 10 años. Afirmó que grabaron con engaños la confesión del hecho y que si bien, al principio pensaron en sacar rédito económico con la denuncia, después no lo concretaron.

El juicio comenzó con la lectura de la requisitoria fiscal sobre la denuncia presentada contra Marcos Lautaro Teruel por la madre de la primera víctima, menor de edad al momento de los hechos. La mujer refirió que en 2019 se enteró acerca de los abusos que había sufrido su hija cuando iba de visita a la casa de los Teruel para jugar con un sobrino del acusado, de su misma edad.

Dijo que fueron varios hechos y que Teruel le decía que era un juego secreto y que no debía contarle a nadie. La madre afirmó que en esa época el acusado tenía alrededor de 20 años y que cuando su hija tenía 11 años, comenzó a llevarla a un psicólogo porque a partir de las agresiones sexuales sufridas, tuvo un cambio abrupto de comportamiento. 

La madre de víctima ratificó todo lo vertido en su denuncia frente a los jueces y la partes. Agregó que cuando se enteró acerca de los abusos quiso radicar la denuncia, pero en un primer momento su hija le pidió que no lo hiciera porque no quería revivir todos esos momentos. Precisó que la menor quería mucho a la madre de Lautaro y quiso reunirse con ella y con el padre del acusado para pedirles perdón porque estaba decidida a denunciarlo para que otras chicas no pasaran por lo mismo, pero cuando lo hizo, el padre del imputado, les advirtió que no lo expusieran porque las perjudicadas serían ellas.

La testigo refirió que, como los Teruel eran personas con muchos contactos y los abusos habían ocurrido mucho tiempo atrás, decidieron grabarlo para tener pruebas a la hora de denunciarlo. Señaló que lo planearon juntas pero su hija lo concretó un día que se reunió con Lautaro a solas, sin avisarle. En ese audio, el joven confiesa el abuso y le pide que no lo denuncie.

Finalmente, sobre un resarcimiento económico mencionado en uno de los audios incorporados como prueba en la causa, la testigo aseguró que no les interesó pedir dinero, por eso recurrieron a la instancia penal. Admitió que sí habló con su hija sobre esa posibilidad, pero nunca concretaron ese pedido.