Lo contó Juan Ignacio, el hijo del campeón del mundo en México 86 que murió en 2019. Valentino, de 4 años, afirma que durante su recuperación habló con él. Lo curioso es que no llegó a conocerlo, pero siempre lo mantiene presente.
A poco más de cuatro años de su muerte, la figura del enorme José Luis Brown continúa presente. Tanto en cada futbolero, que jamás olvidará la imagen del Tata jugando -y metiendo un gol- en la final del Mundial de México 1986 con el hombro luxado y con su brazo sostenido por un dedo incrustado en su camiseta N°5, como también entre sus familiares que disfrutaron de su afecto extralarge hasta sus últimos días, cuando ya luchaba contra una enfermedad neuro degenerativa.
Quien también parece tener siempre presente al ex zaguero central es el pequeño Valentino, su nieto de 4 años, quien nunca llegó a conocer personalmente a su abuelo. Cuando nació, Brown ya estaba internado por sus problemas de salud. Sin embargo, el niño habla de él sí hubieran convivido mucho tiempo. Y hay más.
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En 2022, Valentino comenzó a tener problemas con el funcionamiento de sus riñones y no le quedó otro camino que ser trasplantado. Su mamá fue su donante. Pero también tuvo una ayuda inesperada. Según contó su papá, el también ex futbolista Juan Ignacio Brown, el chico contó que durante su recuperación siempre estuvo presente su abuelo y hasta confesó que sintió que estuvo «a upa».
«Con él (Valentino), nos pasa algo muy particular y raro. Habla del abuelo como si lo conociera e incluso tiene un parecido físico bastante importante con papá», expresó en diálogo con Super Deportivo Radio.
«El año pasado nos tocó vivir una situación muy difícil. De un día para el otro le dejaron de funcionar sus riñones. La pasamos muy mal y hace cuatro meses fue trasplantado. Su mamá le tuvo que donar un riñón», continuó Juan Ignacio.
Y agregó: «El pasó muchos momentos feos y en alguna que otra cirugía que tuvo que pasar, dijo que había visto al abuelo y que lo estaba ayudando».
Juani Brown, ya retirado y dedicado a la dirección técnica, explica que junto a su esposa no dejan de sorprenderse por las confesiones que realizaba el pequeño: «A nosotros nos llamó mucho la atención porque él no llegó a conocerlo. Él lo tiene muy presente y habla casi todos lo días de su abuelo. Nos llama la atención y nos hace mucho ruido esta situación porque es un nene».
Sin embargo, las palabras de Valentino nunca fueron cuestionadas, sino que confían en que la figura de Tata proviene del «más allá» y que nunca terminó de irse de manera definitiva. «Tiene un vínculo muy fuerte con su abuelo.Una vez que salió de una biopsia que le estaban haciendo me dijo que lo había visto y que el abuelo lo estaba ayudando. Nos dijo que él estaba ahí y que le había hecho upa».
Tras el duro momento que debió atravesar, Valentino, al igual que su mamá, ya están en óptimas condiciones. Mientras tanto, el pequeño de cuatro años no deja de hablar del Tata. Una demostración clara de que el cariño no sólo traspasa las cuestiones físicas, sino que también desafía las lógicas.
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