Un fanático del cantante tuvo la posibilidad de subir al escenario con él pero la experiencia que vivió allí fue la peor de su vida como artista. Contó todo en las redes.
Un nuevo escándalo gira en torno a Oscar Esperanza Palavecino, conocido popularmente como Chaqueño Palavecino (59). Es que, el cantante fue acusado de maltratar a un fanático durante un recital en la Plaza de la Música de Córdoba.
«Acá andamos, estoy con la cabeza media a gachas, puteando mal. Yo soy de Traslasierra, tengo un conjunto desde hace varios años y lo tenía como ídolo al Chaqueño, desde niño», relató el hombre en cuestión, identificado como Renzo Tapia, en diálogo con Radio Suquía.
Y siguió explicando: «Fui a escucharlo y unas señoras que me siguen, porque canto hace veinte años en la Plaza de Cura Brochero a la gorra, comenzaron a pedirle que me suba a cantar con él. Él se negó al principio y después preguntó ¿quién es Renzo?’. Cuando me vio exclamó ‘Ah, pero es un viejo'».
De acuerdo a los dichos del hombre, cuando subió al escenario el cantautor le dijo «cantá vos» por lo que él le respondió «cantemos juntos, maestro, usted es mi ídolo». Pero la reacción de Palavecino no habría sido la esperada: «No, cantá vos, a ver qué podés hacer».
«En la mitad del tema intenté agarrarle la mano para que cantara conmigo, me corrió y me dijo ‘no me toqués’. Entonces yo seguí cantando y cuando termina el tema, lo quiero saludar y él ni me saludó. ’Seguí cantando’, me dijo. Empecé a cantar la otra canción, él se va. Y cuando terminé, fui a saludarlo. Me miró y me dijo: ‘prepárate un grupo si querés cantar, la puta que te parió'», aseguró Tapia.
«Ahí me re puteó, me dijo de todo, me dijo cosas que no las puedo ni repetir… Se escuchó clarito cuando me puteaba, encima me apuntaba con el dedo», enfatizó el ahora ex fan del Chaqueño.
Cabe destacar que hace pocos meses el Chaqueño fue noticia en todos los medios por una repudiable actitud machista que tuvo con una periodista durante una entrevista.
Es que, mientras era entrevistado por la cronista Ivana Freitag, justamente también en la Plaza de la Música, el intérprete de Amor salvaje y La ley y la trampa miró la espalda de la periodista, que tiene una frase tatuada, y dijo: «Dice no hay camas que no he recorrido».
«No, por favor. No dice eso», atinó a decir la cronista completamente avergonzada y el cantante se justificó diciendo que tenía problemas de vista.
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Ocurre cuando no se acepta que la popularidad se va acabando con el transcurso del tiempo y se acelera con la soberbia cultivada al calor de los «éxitos».