La joven de 18 años había concurrido al lugar a buscar una motocicleta de 200 cc. El sujeto la hizo pasar y la encerró para ultrajarla.
En horas del mediodía de este viernes un grupo de indignados vecinos y familiares de una adolescente se congregaron enfrente de un taller mecánico donde se hallaba atrincherado un mecánico. El sujeto de 20 años estaba acusado de violar a una joven motociclista, minutos antes, y recibió como respuesta social una paliza.
El técnico de motos a fuerza de puño fue desalojado de entre los fierros, motores y cadenas de su taller, donde se había escondido tras los alaridos de su víctima, que ganó la calle luego de ser ultrajada.
Una fuente policial de Orán confirmó el suceso que en minutos fue el comentario obligado de las principales FM de la ciudad del norte.
No trascendieron los pormenores del suceso, debido primeramente a las lesiones físicas y psíquicas que sufrió la joven pero si se supo que determinaron su internación preventiva, según publicó El Tribuno.
A la mediatarde, con el sujeto plenamente identificado y detenido en sede judicial, el fiscal de la causa esperaba los resultados de las pericias médicas a las que fue sometida la joven, que en un principio se demoraron por causas que no se especificaron. Al parecer la adolescente fue sometida con brutal violencia por el mecánico. El sujeto, según la fuente, la tomó por sorpresa cuando la mujer esperaba la entrega de su motocicleta. La fuente asegura que el hombre, en la soledad de su taller, cubierto de grasa pero floreado por los archiconocidos afiches o publicidades rayanas en lo obsceno le pidió a la clienta que sostuviera la moto para sacarla del taller para entonces tomarla por la fuerza hacerla ingresar a una zona privada y someterla a voluntad.
El informante dijo que en el taller había una tercera persona, que la misma sería un discapacitado que nada puso hacer, dado que se encontraba en una silla de ruedas.
Todo indica que la puerta del taller por entonces quedó cerrada y que luego de varios minutos se volvió a abrir pero apenas traspuso la línea municipal, la joven comenzó a proferir insultos contra el tallerista y sindicarlo como «abusador», «violador» «mal nacido» y cuantos juramentos existentes su boca pudo pronunciar, casi a los alaridos.
El taller según la fuente entonces fue rodeado por curiosos y vecinos y en llanto la joven llamó a sus familiares.
El tallerista buscó refugio entre las motos desarmadas, los chasis y motores y pretendió eludir la furia vecinal y familiar.
«Fueron cinco minutos donde casi todos le hicimos conocer nuestro descontento con el sello de los puños», dijo un vecino consultado ayer.
La violencia no llegó a su punto máximo por la aparición prodigiosa de dos policías motorizados que salvaron al tallerista de ser linchado.
A la llegada de la policía el sujeto estaba en el piso, de espaldas, con dos hombres sobre su cuerpo que lo inmovilizaban y recibiendo golpes de todos los costados. La policía logró contener la furia social y poco después arribó un móvil que trasladó al acusado a la sede policial.
La joven, en tanto, bajo una grave crisis de nervios y otras lesiones fue conducida al hospital público para su restablecimiento emocional, donde quedó internada.
En horas de la tarde, los médicos legales le practicaron los exámenes de rigor y se esperaba en la noche de ayer la denuncia de la joven, fundamental para la imputación del mecánico, quien también recibió asistencia médica.
Cargando ...
Agregue un Comentario