Se impuso por 3 a 1 a Talleres en Córdoba y lidera la tabla con cinco puntos de ventaja de su escolta Atlético Tucumán.
En Córdoba, en el histórico estadio Mario Alberto Kempes, Racing confirmó por qué es el puntero del campeonato, ahora con una ventaja de cinco puntos sobre Atlético Tucumán. Le alcanzaron 22 minutos para sacar una ventaja de dos goles y después manejar el juego a su antojo. Talleres volvió a defraudar de local y salvo el clásico con Belgrano de 7 de octubre pasado, ni antes ni después en esta Superliga logró hacerse fuerte en Córdoba, según informó Clarín.
La fecha se dio a pedir de la Academia. El sábado perdió Atlético el clásico con San Martín, también cayó Independiente y entre Huracán y Defensa se sacaron puntos. Así, el equipo del Chacho Coudet terminará el año 2018 como puntero de la Superliga, más allá del resultado de la próxima fecha ante San Martín de Juan, el domingo 9 a las 21.30 (igualmente, Racing pediría el cambio para el sábado a la noche ante un posible festejo de Boca por la final de la Libertadores).
Quedó claro en la primera hora media de juego. Si a Talleres le cuesta una enormidad ser protagonista en el Kempes, a Racing no se le puede dar ni un metro de ventaja. Apenas dos minutos, se equivocó Komar en la salida, el Churry Cristaldo aguantó la marca de Miguel Araujo, sacó el centro que cruzó todo el arco y por el otro lado apareció Centurión para meter el 1-0 a pesar del esfuerzo de Herrera, quien sacó la pelota desde adentro del arco.
Después el que se anticipó otro regalito de Navidad fue el capitán Pablo Guiñazú. Perdió la pelota en el medio, Lisandro López encaró, habilitó a Cristaldo y Herrera le cometió penal. El capitán y goleador de Racing no falló: 2-0.
En esa explosión del líder, fue Matías Zaracho el que se destacó por encima del resto, con su movilidad por el sector derecho y su constante generación de peligro. También, claro, Cristaldo, muy participativo en ambos goles, el centro para el primero y el penal que le cometen para el segundo. Tuvo el gol también pero un cabezazo con destino de red se lo sacó Herrera.
Con el 2-0 no varió mucho el juego. Si bien retrocedió un poco Racing y Talleres emparejó un poco las acciones, la sensación en el estadio era que el equipo de Avellaneda en cualquier momento aumentaba la diferencia. Cerca del final del primer tiempo tuvo una nueva ocasión Zaracho pero reaccionó bien el arquero de la T.
Si hay algo que aprendió el Chacho Coudet es que su equipo no puede perder intensidad, que los rivales del Interior nunca bajan los brazos y pueden remontar un resultado adverso. Le pasó en Tucumán dos veces. Ante Atlético en la primera, ganaba 2-0 y se lo empataron. Y con San Martín, en la única derrota del torneo: vencía 1-0 y se lo dieron vuelta. Por eso en la etapa final la presión, la concentración fue la misma. Y llego el premio. Enorme Zaracho, gran pase de Pol Fernández para Licha y el goleador metió el zurdazo inalcanzable para Herrera. Ahora, el 9 de Racing acosa al 9 de Independiente en la tabla de goleadores. Gigliotti tiene 12 goles y Licha, 11.
Juan Pablo Vojvoda se la había jugado con el cambio de Araujo por Ramírez, que volanteando por izquierda era una ayuda para Maroni. Pensó que con cuatro delanteros podía cambiar la historia. Pero el gol de Lisandro López liquidó cualquier tipo de ilusión de los locales.
La superioridad de Racing fue abrumadora. Hacía tiempo que Pablo Guiñazú no sufría tanto. Pol Fernández y Zaracho lo tuvieron a maltraer. Además, desde el regreso a Primera División, ningún equipo había logrado convertirle tres goles a Talleres en el Kempes. Y el anterior, en la A, había sido San Lorenzo el 23 de agosto de 2003, es decir, hace 15 años.
Si un jugador de Racing merecía redondear la noche cordobesa con un gol era Matías Zaracho. Y el volante casi lo consigue a los 20 minutos, tras un enorme quiebre que dejó desairados a los defensores de la T y el remate final se fue desviado. ¡El pibe de Racing no lo podía creer!
Eso sí, no todas las noches son perfectas. En el final, Racing aflojó y sufrió. Talleres logró el gol del honor por un error de Javier García. Maroni pateó, el arquero dio un rebote inexplicable y Junior Arias descontó. Apenas una sombra que no oscureció la brillante noche académica.
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