Vecinos, deportistas y transeúntes que buscan recreación en la zona norte afirman que el lugar, fétido, lleva un año sin ser limpiado.
Un verdadero foco infeccioso crece a diario en la zona norte de la ciudad ante la absoluta indiferencia, indolencia e ineficiencia de la Municipalidad de Salta y la desaprensión de las personas que tiran basuras en el lugar.
El fétido y putrefacto basural lleva creciendo día a día desde hace un año. Pegado al Parque del Bicentenario a pasos del Club Universitario y a escasos metros del Colegio Uzzi el foco contaminante y nido de larvas, insectos y alimañas de todas características convierte al lugar en un verdadero peligro.
En épocas de pandemia en donde los salteños buscan desesperadamente espacios verdes para recreación al aire libre, el lugar se convierte en prohibitivo por los riesgos que representa.
La rotonda del Club Universitario, ubicado a pasos del Parque y escasos metros del Colegio Uzzi y una parada de colectivos, alberga, bolsas y cajas con restos de comidas, plásticos, escombros, desechos de carne putrefacta y basura de todo tipo, representando un lamentable espectáculo.
Con la llegada de las lluvias el lugar se convirtió en una emanación de olores nauseabundos que abarcan a todos los lugares cercanos.
Los mismos testigos que denuncian a nuestro medio el estado lamentable de la zona, afirman que los matorrales y yuyarales que terminaron por tapar el canal que atraviesa el lugar, jamás fueron cortados por la Municipalidad de Salta en lo que va del año, a tal punto que no es posible ver el Parque del Bicentenario desde la colectora que lo bordea.
Peor aún es que esos matorrales albergan nidos de mosquitos, desde donde se levantan verdaderas nubes de esos insectos frente a los actuales peligros de dengue, Zika y Chikungunya.
Una vez más, la realidad desmiente a la publicidad de Bettina Romero quien pregona que su gestión limpia la ciudad y que nos cuidan de los peligrosos mosquitos.
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