El DT recriminó al plantel del City por sus festejos en Old Trafford, le respondieron y tuvo que intervenir la Policía.
El clásico de Manchester despertó fuertes pasiones, que no terminaron con el pitazo final y la victoria 2-1 del City contra el United en Old Trafford gracias a un golazo del argentino Nicolás Otamendi. En los vestuarios, una pelea entre protagonistas de ambos equipos, que tuvo en el inicio como factor decisivo a José Mourinho, obligó a la intervención de la Policía, según publicó Clarín.
El segundo entrenador del City, el español Mikel Arteta, terminó con la ceja rota y el rostro ensangrentado el incidente.
La prensa británica explicó que la pelea empezó cuando el entrenador del United, el portugués José Mourinho, se fue hacia el vestuario de los rivales al término del encuentro para recriminarles que celebraban con demasiado entusiasmo su victoria.
Según la prensa británica, Mourinho se desafió con el arquero brasileño del City, Ederson, y el delantero belga del United Romelu Lukaku también tuvo un papel protagónico en el altercado.
El Daily Mail y el Daily Telegraph aseguraron que Mourinho fue rociado con agua y leche por los jugadores del City, y que una botella de plástico acabó alcanzándole en la cabeza.
El incidente de Old Trafford trajo ecos de la famosa Batalla del Buffet, como se la conoce en Inglaterra, que estalló al término del partido que el United ganó al Arsenal en 2004, y en la que el volante español Cesc Fábregas le lanzó una pizza al entrenador del United, Alex Ferguson.
La victoria del City, gracias a los tantos del español David Silva y el argentino Otamendi, sentenció prácticamente la Premier League al colocar a este equipo 11 puntos por encima del segundo clasificado, el United.
El partido llegó con los ánimos caldeados por declaraciones previas de Mourinho acusando a los jugadores del City de tirarse con demasiada facilidad, y asegurando que Guardiola disfruta de un trato de favor porque a él no le hubieran permitido hacer reivindicaciones políticas en los partidos (el catalán lleva un lazo amarillo pidiendo la libertad de los independentistas catalanes presos).
Ni Guardiola ni Mourinho, que comparten una larga historia de tensiones y enfrentamientos que se remonta a su época de entrenadores del Barcelona y el Real Madrid, respectivamente, se refirieron al incidente en sus conferencias de prensa. Aunque fueron otra oportunidad para reeditar los cruces.
Mourinho mantuvo el perfil provocador en sus declaraciones.»El City es un muy buen equipo, pero está protegido por su suerte y por los dioses del fútbol», declaró. Según el portugués, el City fue «afortunado» porque el árbitro Michael Oliver no señaló un penal de Otamendi al español Ander Herrera, que vio una amarilla por tirarse.
«La temporada pasada ocurrió lo mismo, ganamos aquí y fue el árbitro. Hoy igual. Ayer él (Mourinho) también habló sobre el árbitro», respondió Guardiola.
«Somos un equipo honesto, tuvimos el 75% de la posesión de balón, lo que significa que queríamos jugar. Hemos venido aquí y lo hemos hecho», añadió el preparador español.
Guardiola festeja la victoria en el clásico. (Foto: AFP)
«Probablemente», dijo Mourinho cuando le preguntaron si el título ya era cosa del City únicamente. «Estoy seguro de que todo el mundo va a querer ganar puntos y reducir la diferencia, pero es muy grande», añadió el portugués.
«Esta victoria significa mucho por la manera en la que hemos jugado, para nuestra confianza, pero en tres días jugamos con el Swansea, así es el invierno», señaló Guardiola, que recordó que los títulos «no se ganan en diciembre».
El español hizo de su comparecencia ante los medios una reivindicación de su filosofía: «La personalidad de jugar aquí así es lo que quiero. Jugamos de esta manera en Inglaterra. La gente decía que no podíamos jugar como lo hicimos en Barcelona aquí en Inglaterra, pero lo hemos hecho».
«Lo aprendí la pasada temporada. Siempre pensé que podíamos hacerlo. Cada uno puede jugar como quiere, es lo bonito del fútbol. Hemos ido a Stamford Bridge y Old Trafford y ganamos de esta manera», concluyó Guardiola.
(Fuente: AFP)
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