El cura fue denunciado por dos exnovicios y una exmonja de la congregación religiosa que dirigía. La justicia salteña lo encontró culpable de los abusos sexuales.
Los jueces de la Sala IV del Tribunal de Juicio, Maximiliano Troyano (presidente), Norma Beatriz Vera y Roberto Faustino Lezcano (vocales), dieron a conocer los fundamentos en el marco de la condena dictada de doce años de prisión efectiva contra Rubén Agustín Rosa Torino.
El hombre fue detenido al finalizar la audiencia y permanece desde entonces alojado en la Unidad Carcelaria 1 de Villa Las Rosas. La causa fue habilitada a feria judicial por tratarse de un expediente con preso, y su trámite se encuentra a cargo de la Sala V del Tribunal de Juicio.
Entre los fundamentos, los magistrados afirmaron que Rosa Torino hizo uso de su posición y de la influencia que su rol y status le otorgaban dentro del Instituto religioso, como medio para ejecutar los abusos sexuales. Además, los magistrados recurrieron al testimonio de una de las víctimas que fueron a confesarle al condenado que había sido abusados por sacerdotes de la congregación y la actitud de Rosa fue solicitar que lo “perdonaran al hermano por su debilidad” y bajo el paraguas de la confesión y de la “paternidad” se ganó su confianza y alcanzó el dominio de conciencia y voluntad de esos jóvenes vulnerables.
En relación a la exmonja Valeria Zarsa, los jueces dijeron que debe tenerse presente que uno de los tocamientos fue efectuado frente a la vista de un tercero y todo ello demuestra la mayor peligrosidad del cura condenado.
“Sin duda alguna estimamos que las víctimas sufrieron daño psíquico y espiritual, toda vez que los informes y pericias psicológicas así lo determinan, prueba científica incorporada, conforme ya se expuso, consignó y valoró, debiendo destacarse los impulsos suicidas de las víctimas”, afirmaron.
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