Decían que tu auto, recién salido de la concesionaria, estaba dañado y cobraban hasta $ 34.000 por “arreglarlo”.
Tres denuncias por estafas habían puesto en alerta a la Policía por una banda de “mecánicos truchos”, de nacionalidad peruana, que operaba en Salta.
Las víctimas siempre eran propietarios de vehículos 0KM, esa era la premisa de los estafadores. Desde la Brigada de Investigaciones contaron a La Gaceta de Salta que la banda estaba integrada por ocho hombres y cada uno tenía un rol asignado. De hecho, pudieron comprobar que tenían un circuito aceitado que ya les habría dado sus frutos en Buenos Aires y por eso decidieron emplearlo en nuestra provincia.
El engaño comenzaba de manera insólito, casi ingenua. El primer eslabón de la cadena era un hombre que caminaba por las calles de la ciudad y ante el paso de un vehículo nuevo llamaba la atención del conductor y le decía que había escuchado un ruido, generalmente, en el tren delantero del vehículo. Las víctimas detenían la marcha y así entraba en escena el segundo estafador. Es que el falso peatón le decía a la víctima que conocía un mecánico y que casualmente el taller de éste estaba a pocas cuadras del lugar. Lo llamaba por teléfono y a los pocos minutos llegaba un falso mecánico a revisar el auto. Desde la Policía detallaron que el estafador llegaba vestido de mameluco, como un uniforme de trabajo de importantes concesionarias y empresas automotrices. No se trataba más que un engaño para transmitir cierta confianza en la víctima.
El “mecánico” revisaba el auto y continuaba el engaño asegurando que había encontrado el problema. Entonces le proponía a la víctima que llevaran el auto a su taller. Allí aparecían más cómplices.
El vehículo era revisado pero, para concretar la estafa, hacían que el conductor siempre permanezca en el habitáculo del auto mientras ellos lo “revisaban” en la fosa.
Los “daños” eran piezas del tren delantero que se habían roto ya sea por el estado de las calles o porque el auto había salido de la fábrica con algún desperfecto. Los estafadores le aseguraban al cliente que ellos podían arreglar el auto y que en cuestión de minutos cambiarían la pieza que, en realidad, no cambiaban. Tenían repuestos nuevos y otros dañados que simulaban ser la pieza rota.
Así se las ingeniaban para cobrar $19.000 en efectivos por el arreglo. Pero en cada engaño la suma iba creciendo y ayer fueron sorprendidos in fraganti por la Policía cuando un cliente estaba por abonarles $ 34.000 por un arreglo que nunca habían realizado.
Los investigadores comenzaron a tejer los vínculos entre ese caso y las tres denuncias anteriores y desbarataron a toda la banda que quedó a disposición de la justicia, aunque hay mujeres que aparecen vinculadas pero al no poder demostrar su participación permanecen libres.
Los casos anteriores se desnudaron cuando las víctimas se presentaban en las concesionarias para reclamar por el vehículo que habían comprado y allí un mecánico oficial les mostraba que el auto se encontraba en perfectas condiciones y que, además, no le habían cambiado ninguna pieza.
Desde la fuerza aseguran que desbarataron a toda la banda de estafadores, pero recomiendan a la comunidad tomar más precauciones y no caer en engaños similares. Ante cualquier desperfecto recurrir a las concesionarias o mecánicos de confianza.
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