Así su propietario explicó el colapso y por qué debieron empezar a trasladar los cuerpos en furgonetas.
En los últimos días familiares de personas fallecidas por covid-19 se quejaron por la forma en que fueron enterrados sus seres queridos. Dijeron que había habido una «falta de humanidad» por parte de la funeraria, que trasladaba a sus seres queridos.
Una mujer contó que un solo coche mortuorio llevó siete cadáveres, sin identificar los cuerpos. Los parientes que esperaban los vehículos no tuvieron manera de saber si efectivamente eran sus seres queridos los que estaban allí.
Hoy el director de esa cuestionada casa de sepelio dijo que el sistema colapsó en la provincia porque en el último mes se triplicó el número de decesos. El dato más alarmante que dio Edmundo Pieve, entrevistado en Feedback (Cable Express), fue que desde julio enterraron a 700 personas en Salta que tenían certificado por “posible covid”.
El dato es importante porque, según los datos oficiales, los muertos por Covid-19 en Salta son 338, menos de la mitad de los que esta funeraria afirma haber atentido.
«El promedio mensual de los últimos años es de 450 servicios por mes. Hoy 30 de septiembre estamos a punto de llegar a los 1200 servicios. Es decir, se ha triplicado nuestro promedio», dijo en Canal 4.
Así su propietario explicó el colapso y por qué debieron empezar a trasladar los cuerpos en furgonetas.
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