En medio de fuertes repercusiones sociales en Ecuador por la decisión del presidente Lenín Moreno de quitar el subsidio a los combustibles, un enfurecido grupo de indígenas retuvo ayer por la fuerza en el Ágora de la Casa de la Cultura de Quito, convertida en su cuartel general, a ocho policías y 31 periodistas, entre los cuales se encontraban el argentino Nelson Castro y su equipo del canal TN.
Castro y su equipo estaban cubriendo una asamblea de organizaciones indígenas en el lugar cuando, ante la posible llegada de la policía, un dirigente ordenó a la prensa permanecer en el recinto. Los periodistas fueron retenidos dos horas contra su voluntad.
«De acá no se va nadie hasta que muestren lo que el pueblo indígena tiene que decir», afirmó uno de los dirigentes frente a una multitud.
«La prensa ecuatoriana muestra una visión diferente de lo que está sucediendo y esto es criticado por los manifestantes. Por este motivo, en un momento del congreso uno de los dirigentes tomó la palabra y dijo: ‘Estamos teniendo información de que está viniendo carros de policía. Por lo tanto, vamos a decirle a la prensa que va a permanecer aquí. Nadie puede salir'», relató el periodista argentino, en diálogo con TN.
Por su parte, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) negó las acusaciones: «Los periodistas no están secuestrados, están con el pueblo para garantizar el derecho a la información, ya que existe una guerra mediática de ocultamiento y descontextualización de lo que pasa en el país».
Pero la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión Nacional exigió la libertad de sus compañeros ante las agresiones «verbales, físicas y morales» contra los periodistas que «están retenidos y vejados».
Freddy Paredes, periodista de Teleamazonas, fue golpeado duramente en la cabeza con una piedra al lograr evadir el cerco indígena, cuyos miembros obligaban a declarar que se encontraban retenidos libremente.
«Los tienen tomados como rehenes como respuesta a los muertos que hubo en la represión de las protestas del miércoles», explicó Nelson Castro.
El equipo de TN tuvo que explicar a los manifestantes que no podían mostrar lo que sucedía en el lugar debido a problemas técnicos en la transmisión y recién pudo abandonar el lugar después de dos horas. Desde entonces, son seguidos de cerca por dos indígenas que los custodian en el hotel donde se alojan. «Están detrás de nosotros permanentemente porque no quieren que salgamos de la zona», explicó el productor Maximiliano Heiderscheid.
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