Campaña desesperadaSáenz intenta cargar en los vecinos la responsabilidad de las inundaciones

Falto de obras y sin poder cumplir con la promesa de que a fines del 2017 “Salta no se inundará más” la realidad golpeó duro y nuestra ciudad volvió a ser un mar el fin de semana pasado.

Montado en el extraordinario aparato periodístico-publicitario que sostiene con fondos municipales, el Intendente Sáenz salió en las últimas horas a mostrar basura por todos lados intentando responsabilizar a los vecinos por las últimas inundaciones de la ciudad y preocupado por los pronósticos de fuertes tormentas en los próximos días, redobló la apuesta para sacarse la responsabilidad de encima.

No podría dejar de esperarse de este montaje publicitario municipal, en caso de una nueva inundación, que ojala no suframos, ver frases sorprendentes como ¡¡ves, yo te dije!! aunque las obras y promesas sean reemplazadas solo por un alud de fotos como único hecho concreto.

Lo que no se entiende es porque en vez de salir a fotografiar basura, Sáenz no ordena levantarla. Además, el volumen de los cúmulos que muestra el intendente en su poco saludable sesión fotográfica demuestra que se trata de microbasurales de larga data lo que vuelve a dejar bastante mal parada a su gestión al mostrarse incapaz de limpiarlos.

“Así lucen ahora los alrededores de la plaza Gurruchaga, trabajamos en una obra esperada por más de 50 años y los vecinos siguen ensuciando y creando basurales..” lo hacen decir en las redes sociales, con fotos junto a montones de basura, en las promociones pagadas con fondos públicos desde el municipio, mostrándolo desesperado por sacarse la responsabilidad de encima de su propia ineptitud.

Varios vecinos de los lugares que Sáenz salió a mostrar terminaron por molestarse ya que dicen que muchas de las fotos pertenecen a los descacharrados que promocionan desde la misma Municipalidad y que tardan en recogerlos y que ahora son utilizados para esta campaña con la que intenta transferir a los vecinos la responsabilidad de posibles inundaciones generadas en realidad por el incumplimiento de realizar las obras antes de fines del 2017.

Si bien es cierto que existen desaprensiones de algunos vecinos con el tratamiento que da a la basura, también es cierto que desde la Municipalidad también existe un relajo sobre el tema, prueba de ello es que no existió, en los dos años que lleva al frente del municipio, una sola campaña, a pesar de los millones que gasta mensualmente en publicidad, de concientación respecto del tratamiento de los residuos domiciliarios, con excepción de alguna corta referencia al descacharrado relacionado con el dengue.

Tampoco puede terminar por atribuirse a los microbasurales y a la acción de los vecinos la responsabilidad del problema de las inundaciones de la ciudad.

Bueno sería que también diera  explicaciones a través de esos mecanismos comunicacionales que pagamos los salteños, de porque se tardó un año entero para licitar las obras prometidas desde que le asignaron los fondos y también sobre los actos de corrupción que golpean a su gestión con trabajos pagados y nunca realizados o sobre las millonarias licitaciones realizadas, en el más absoluto silencio, en las últimas horas del 2017 y en las que hubieron, llamativamente, solo oferentes únicos para tamaño volumen de obras y dinero.

Con este último montaje publicitario, Sáenz trata de transferir a los vecinos las responsabilidades de sus propias ineptitudes de gestión envuelta además, ahora, en serias sospechas de corrupción.