La Policía detectó una celebración que no cumplía con los permisos correspondientes para la realización de un evento, donde vendían entradas y consumiciones.
Durante el fin de semana, en un camping de la ciudad de Tartagal, se detectó una fiesta que no cumplía con los permisos correspondientes para la realización de un evento.
Según el llamado de los vecinos de la zona, había música en alto volumen y gran cantidad de personas que se encontraban en un camping situado en barrio Santa María de esa localidad.
Tras la intervención de la Policía, informaron que había más de 50 personas presentes, entre ellos varios menores de edad. Además, se observaron talonarios con tickets discriminados por bebidas y precios, con otro sector que comercializaba las bebidas alcohólicas.
El encargado, de 44 años, no contaba con los permisos para realizar tal evento, por lo que se realizó el secuestro de los talonarios, la suspensión de la fiesta y el acusado quedó a disposición de la Justicia.
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