Cristina Exeni es una de las ocho personas seleccionadas este año por su dedicación a los demás, y puede ganar el gran galardón con el voto del público.
Entre los ocho seleccionados como Abanderados de la Argentina Solidaria de este año figura una salteña, que espera ganar el gran premio de este galardón que destaca la dedicación de las personas por los demás. Ella es Cristina Exeni, que hace 16 años fundó Vivir y Amar con Esperanza (VYACE) con el objetivo de promover el desarrollo de niños, jóvenes y adultos con discapacidad.
El centro de VYACE asiste a 63 personas en Salvador Mazza, entre chicos y adultos de la localidad y alrededores, que necesitan un tratamiento con enfoque integral e inclusivo.
Esta organización que brinda servicios de rehabilitación es la única en 400 km al norte de la ciudad de Salta. Allí Cristina busca que a través de las terapias y los talleres de producción que realizan, los chicos y sus padres se empoderen y confíen más en ellos mismos.
En diálogo con LA GACETA, Cristina contó que VYACE surgió a raíz de la vivencia que tuvo con su hijo Alejandro, quien nació de cinco meses de gestación y tuvo crudos diagnósticos. “Nació con muy bajo peso y con pocas posibilidades de vivir. Quedó ciego por una intoxicación lo que fue un drama serio. Pero producto de la estimulación empezó a caminar y a hablar a temprana edad. Eso me hizo soñar con la escuela”, dijo.
Cristina explicó que, pese a los pronósticos que indicaban pocas posibilidades de caminar, hablar y aprender, Alejandro dijo su primera palabra a los ocho meses y caminó a los 13 meses, además desarrolló una muy buena memoria.
Entonces, esta docente del norte de la provincia se reunió un grupo de amigas para empezar a gestar este sueño de trabajar por los chicos con discapacidad, por sus derechos, su integración y sus oportunidades. “Así conseguimos espacio físico en lo que era el viejo hospital de Salvador Mazza y que ahora es propiedad de VYACE”, agregó.
Allí, un equipo interdisciplinario de 26 profesionales trabaja por 63 personas, entre bebés, niños y adultos de Salvador Mazza, Tartagal, Aguaray y Pocitos boliviano.
Hoy Alejandro tiene 32 años, le encanta la música, toca el órgano y le gusta cantar. “Si bien lo de él es irreversible, ha roto todos los pronósticos y es el motorcito de mi vida, el que me empuja a seguir”, dijo Cristina, quien tiene la esperanza de ganar el gran premio de Abanderados 2017, que consiste en la suma de $500.000.
Si llegara a lograrlo, contó en qué proyecta invertir este dinero. “Tenemos un proyecto en camino: soñamos con un espacio, que es grande para terapias alternativas. Conseguimos un terreno de casi 2,5 hectáreas para seguir construyendo y queremos hacer un parquizado para que los chicos puedan ir y ahí realizar terapias con caballos y otros animales”, detalló.
Hasta el 19 de noviembre hay tiempo de votar por Cristina y su proyecto. Ingresando al sitio oficial de Abanderados se puede conocer a los candidatos y elegir a quien creas merece tu voto.
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