Apedrearon la casa de la imputada por el crimen al grito de “asesina”. La Policía impidió que quemaran la vivienda.
Una fuerte reacción se produjo entre las 23:00 del jueves y la madrugada del 1 de mayo en Villa Mitre. Una turba de vecinos, la mayoría mujeres y, entre ellas jóvenes y adolescentes, alumnas quizás de la docente Rosa Sulca, destruyeron la casa de la menor imputada como coautora del horrendo crimen perpetrado en la noche del martes.
Todo comenzó con una marcha pidiendo justicia por el crimen, la que fue levantando el tono a medida que recorría calles de Villa Mitre para llegar hasta la calle Julia Alderete al 600, el domicilio de la imputada por el asesinato de la docente.
Allí, primero con insultos hacia la familia de la acusada, y luego y piedras contra la vivienda causó un desmadre en la noche por la furia vecinal.
Personal de Infantería apostado sobre la vereda del domicilio no pudo contener la violencia de las mujeres y algunos hombres que desplegaron todo un arsenal de ira contenida, sobrepasada por los pormenores del atroz homicidio, sufrido por la docente Rosa Sulca de 48 años.
Este viernes por la mañana, personal de Infantería volvió sobre el domicilio devastado por los vecinos y horas después la madre de la menor detenida por el crimen junto a sus hijas abandonaron Villa Mitre hacia un domicilio desconocido.
La razón: la velada amenaza que circuló por las redes sociales y luego por el boca a boca de que en la noche del viernes la furia se llamaría fuego. Así lo dejó entrever ayer un vecino de Villa Mitre, según publicó El Tribuno.
La menor detenida
Se sabe que desde tiempo atrás la familia de la adolescente viene siendo denunciada por vender drogas en el domicilio y en las plazoletas cercanas. No hubo respuesta.
Luego, las redes sociales hicieron conocer a los vecinos que la maestra había solicitado ayuda a la policía tiempo atrás por numerosos robos y amenazas. No hubo respuesta.
Y también los audios y videos que circularon mostraron a las claras desinteligencias policiales y de la Justicia a la hora de una emergencia crucial. Y la respuesta fue a medias.
Ese coctel de falta de respuestas y desaciertos llevó a los vecinos a una situación de impotencia y la válvula de escape fue violenta.
Lo cierto es que este viernes por la tarde la familia de la joven imputada por el brutal homicidio de la maestra, perpetrado con arma blanca, abandonó el barrio. Ayudada por personal de Infantería, el mismo grupo que evitó la quema de la vivienda la noche anterior, la familia solo pudo retirar víveres y ropa.
La salida del barrio de la madre de la joven junto a las hermanas de la acusada puso algo de tranquilidad en los ánimos exaltados del vecindario.
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Vamos a tener hacer así , en todos los barrios, porque la justicia los jueces no hacen nada y los policías, que se prenden en corrupción por la droga .