Los de Boedo se impusieron por 2 a 1 ante el urgido equipo sanjuanino.
Apuntado. Discutido. Mirado de reojo. Cuando parece que a Claudio Biaggio se le termina el crédito, cuando su San Lorenzo está contra las cuerdas sin mucho para dar, cambia el viento y el Pampa vuelve a tomar aire. Con una formación con muchos juveniles producto de una racha negra de lesionados y la suspensión de Gonzalo Rodríguez, no podía marcar superioridad contra San Martín de San Juan. Hasta que Fernando Belluschi frotó la lámpara para sacar al genio de su botín derecho y asistir a Daniel Hernández, quien convirtió sobre el final el 2 a 1. Entre los dos, que entraron en el segundo tiempo, construyeron un triunfo que le permitió acorta distancias con el líder Racing, al que visitará el domingo.
Golpe por golpe. Uno por lado en dos minutos. Acción y reacción de una jugada a la otra prácticamente. No más que eso se vio en un primer tiempo rápidamente olvidable. San Martín metió la primera mano al mentón del Ciclón. Fue rápida, no la vio venir el local. Claudio Mosca se le escapó a Gianluca Ferrari (segundo partido en Primera) y ante la salida de Nicolás Navarro pinchó la pelota para que Gustavo Villarruel la empujara de cabeza hacia el arco vacío.
Ojo por ojo, diente por siente. La venganza de San Lorenzo fue bien veloz. Tardó menos de dos minutos y la armaron entre los Nicolás azulgranas: Reniero la bajó y Blandí ejecutó en su regreso tras reponerse del desgarro que sufrió en Montevideo. Fue vital para el local ese empate exprés. Después del sacudón inesperado del visitante, los azulgranas recuperaron la pelota y se la apropiaron, según informó Clarín.
El debutante Manuel Insaurralde (noveno juvenil que hizo su bautismo en Primera de la mano de Biaggio) trató de hacerse cargo de la distribución. El formoseño de 20 años, un cinco más de esmoquin que de overol, se mostró siempre para dar el primer pase ubicado al lado de Franco Mussis en el círculo central. Pero al conjunto de Boedo le costó bastante poder generar situaciones de gol. Apenas un disparo de Reniero que controló sin problemas Ardente y no mucho más. Todo ante la atenta mirada de Sebastián Beccacece (¿será uno de los apuntados por San Lorenzo en poco tiempo?), que siempre trata de ir a ver a los próximos rivales de su Defensa y Justicia, sentado en la platea Norte Alta junto a su ayudante Nicolás Diez.
Con cuatro defensores y cinco mediocampistas, Rubén Forestello apostó a cortar el circuito de juego de su adversario y al contraataque. Lo primero le salió bastante bien, aunque le faltó lo segundo. Con Rojas perdido por la banda izquierda y con Botta en una noche tibia, el Pampa no esperó mucho para mandar a la cancha a Fernando Belluschi, que de a poco va sumando más minutos. Y un rato después lo puso al Travieso Daniel Hernández (por Insaurralde). Pero nunca fue profundo San Lorenzo.
Merodeaba el área cuyana sin provocar peligro y el tiempo se le iba y con él, otro partido más sin alegrías. Para colmo, San Martín asustó a todo el Nuevo Gasómetro (los hinchas cantaron en contra de las sociedades anónimas en el fútbol) con un remate del ingresado Nicolás Da Campo que desactivó Navarro.
Hasta que los cambios de Biaggio le respondieron con un golazo. Belluschi levantó la cabeza y lo vio al Travieso libre por el otro lado y le dio una asistencia aérea para que Hernández se despachara con una volea de zurda demoledora. Cuando la noche se le hacía más oscura en su casa, la luz de la victoria volvió a iluminar al Pampa, que recuperó el aire.
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