Grupo A.Racing consiguió un valioso empate ante Flamengo para seguir arriba en la Copa

En el Cilindro, terminaron 1-1. Gabriel Barbosa adelantó a la visita y Oroz igualó para el local. Los de Gago se aferran a la cima .

En un duelo caliente, Racing rescató un punto al igualar 1-1 ante el coloso Flamengo, que jugó largos minutos en superioridad numérica por la expulsión de Hauche, pero que no supo hacer pesar su jerarquía. Se quedó en la tibieza el equipo de Jorge Sampaoli y la Academia lo empató con un golazo de Nicolás Oroz.

Genera cosas Sampaoli, no pasa desapercibido. Suele despertar más rencores que amores, pero está presente. Invitan al análisis sus equipos porque siempre buscan algo más, muy a pesar de su pésima actuación con la Selección Argentina en el Mundial de Rusia 2018. Y acá, en el Cilindro, no se tenía un buen recuerdo del Zurdo de Casilda por sus muchas visitas a Avellaneda para observar a Lautaro Martínez, a quien después no llevó a la Copa del Mundo.

Aún se dice, con picardía académica, que “venía solo para comer sanguchitos”. Por eso fue unánime el insulto minutos antes de que arrancara el encuentro contra Flamengo. “Sampaoli botón”, se cantó. Desafiante, el DT saltó de su silla para que todos lo vieran. Pero conviene tener cuidado con las vueltas de la vida, se sabe. Y en la última jugada de un primer tiempo que se había quedado en intenciones, Gabigol marcó un golazo en una jugada de laboratorio. Sí, el Fla se puso en ventaja con una situación elaborada por Sampaoli.

No había pasado demasiado en el juego. Arrancó mejor Racing, metido, tratando de asfixiar al Flamengo de las estrellas que pudieran estar en Europa. Y no le fue mal al local en ese cara a cara, aunque no generó situaciones de gol. Estuvo más cerca del peligro que el elenco brasileño, tímido en los instantes iniciales. Buscó con envíos desde los costados para los tanques Paolo Guerrero y Maximiliano Romero. No le sobraron ideas; sí, carácter. Y esa pulsión le jugó una mala pasada a Gabriel Hauche. Apretó demasiado los dientes el Demonio y cometió una tontera: le metió dos murras a Ayrton Lucas en menos de 60 segundos y se ganó la roja. Iban 25 minutos.

La jugada fue un quiebre en el juego. Flamengo empezó a tomar el protagonismo, con Everton Ribeiro (inició como volante por derecha y se movió con libertad) como bandera. Es una maravilla ver jugar al zurdo que disputó el último Mundial: tiene controles que no suelen verse en estas tierras. Aún sin hacer un gran partido, cada participación suya fue sinónimo de claridad. Se plantó a jugar cerca del área de Arias el Fla y el gol era cuestión de tiempo. A Racing le quedó demasiado lejos el arco rival. La más clara la tuvo Gabigol, que definió mal luego de que Pedro se la bajara adentro del área. Igual, parecía adelantado. Una aclaración de Gabigol: con Sampa se mueve como mediapunta, con mayores recorridos que los de Pedro, la referencia.

No tuvo suerte la Academia porque en la última jugada del primer tiempo, Mura bajó a Ayrton Lucas cerca de la línea final y a los cariocas les quedó un tiro libre ideal para cargar contra Arias. Pero apareció la preparada de Sampaoli: Pulgar la metió al punto de penal y Gabigol la impactó de zurda para meterla en el ángulo.

Gabriel Barbosa, en el Cilindro de Avellaneda. REUTERS/Agustin Marcarian

Es un elenco tibio el brasileño. Cometió el gran error de no salir a noquear a Racing en el complemento y jugó al trote, sin pisar el acelerador. Fernando Gago hizo buenos cambios en el entretiempo: se quedaron el lesionado Moreno y Guerrero y saltaron a la cancha Galván y Reniero. Armó un 5-2-2 el técnico local y con eso pudo contener los ataques del Fla.

El golazo de Oroz para el 1-1. (Luis Robayo / AFP)

Siempre estuvo cerca en el marcador Racing y eso fue virtud. Esperó un golpe de efecto y llegó con la expulsión de Wesley, también por doble amonestación. El tiro libre que quedó era tentador para un zurdo, aunque no estaban ni Matías Rojas ni Gonzalo Piovi, ambos lesionado. Pero Nicolás Oroz la acomodó y la clavó en el ángulo. Otro golazo.

Se hizo de ida y vuelta el final. El palo le negó el gol al juvenil Saliadarre y en la última Maia la estrelló en el travesaño. Por eso fue empate. Y fue justo.