Las pericias de una pistola 9mm comprometen al acusado. Hoy se escucharán los alegatos de las partes y el fallo del Tribunal.
La situación de Javier Hernán Pino es muy complicada con relación al crimen del playero de El Galpón, Ariel Ríos, quien fue ejecutado de un disparo en la cabeza el 13 de julio de 2015, cuando descansaba en una reposera en el interior de la oficina de la estación de servicio Refinor en la que trabajaba, según informo El Tribuno.
El múltiple asesino, relacionado con un doble crimen ocurrido en Rosario de Santa Fe, entre otros hechos, se abstuvo de declarar el lunes en la primera jornada del juicio oral que se desarrolla en los tribunales metanenses. Pero en la audiencia de ayer, el fiscal Sergio Castellano solicitó la lectura de la declaración que hizo Pino en la Fiscalía, en la que dijo que su padre estaba enfermo de un cáncer de pulmón y había sido detenido por un robo en Santiago del Estero.
El joven señaló que estaba desesperado porque necesitaba dinero para pagar a un abogado para sacar a su padre de prisión, Jorge Pino, y que se dirigió a El Galpón y luego a la estación de servicio. Cuando ingresó a la oficina dijo que observó a Ariel Ríos que estaba en la reposera, lo saludó y extrajo un arma con la que lo amenazó. «Perdoname Ari, pero esto es un robo», dijo el propio imputado en la Fiscalía.
Luego de un intercambio de palabras, según la versión de Pino, Ríos se intentó parar y lo empujó para que continuara en la misma posición. Cuando iba a tratar de ponerle un precinto Ríos intentó arrebatarle el arma y se disparó por accidente. Pero para los investigadores, y según las pericias, por la posición del cadáver, el playero fue ejecutado, a sangre fría, cuando descansaba.
Luego el malviviente huyó con el dinero y depositó 12.500 pesos para un estudio de abogados. Dijo que se había llevado de la estación de servicio 48.000 pesos y un cheque que destruyó.
El arma homicida
El arma utilizada en el crimen del playero es una 9 milímetro marca Taurus, modelo PT 99 AF, hecha en Brasil, que está a su nombre. Las pericias realizadas por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) determinaron que la vaina servida secuestrada en la escena del crimen fue percutada por esa pistola, lo cual compromete seriamente al imputado.
Por otra parte, se sospecha que el múltiple asesino utilizó la misma arma para matar, en octubre de 2015, a los hermanos Javier y Agustina Ponisio, en Rosario de Santa Fe, cuando las víctimas se encontraban en su casa. Esto quedó confirmado en los cotejos realizados por el CIF, del que participaron investigadores salteños y un perito de Santa Fe, que trajo a Salta vainas servidas, recogidas en la escena del crimen de los hermanos.
Alegatos y sentencia
El juicio se lleva a cabo en la Sala II del Tribunal de Juicio de Metán, a cargo del juez Sebastián Fucho y los vocales Carolina Poma Salvadores y Ramón Haddad. Hoy está previsto que se escuchen los alegatos de las partes y luego el fallo del Tribunal.
Pino fue detenido en octubre de 2015 en Santiago del Estero. El procedimiento fue realizado por la policía santiagueña y le secuestraron dos armas 9 milímetros, municiones, dos silenciadores, cámaras de fotos, dinero, notebooks, tarjetas de abogado y herramientas.
En Santiago del Estero
Se sospecha también que el 6 de julio de 2015, Javier Pino y su padre Jorge Raúl Pino ingresaron a una financiera de calle 9 de Julio al 100, en Santiago del Estero, empuñando un arma y amenazando a la cajera, ambos se alzaron con más de 5 mil pesos.
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