Afectó corrales y acequias que proveen de agua a las familias de la zona. Una comitiva de ayuda partió este miércoles con herramientas para reconstruir lo dañado.
Un alud en el paraje Pascha, en la Quebrada del Toro, municipio de Campo Quijano, se produjo el domingo alrededor de las 14 horas. El lodo y las piedras taparon las acequias comunitarias, destruyendo cercos y corrales. En la zona habitan 12 familias; si bien no se registraron víctimas humanas ni animales, se solicitó ayuda para quitar el lodo de las acequias antes de que se seque, ya que si se endurece lo hace como el cemento y los canales quedarán inutilizados.
Los lugareños comenzaron a trabajar con las pocas herramientas que poseen y en la tarde de ayer, se informó que partiría una comitiva municipal con herramientas, víveres y empleados municipales para ayudar a los puesteros, según informó El Tribuno.
El agua de las acequias es fundamental para el regado de los sembradíos de las familias del paraje, que principalmente necesitan de la producción para el consumo propio.
Como nunca está lloviendo en la zona de la Quebrada del Toro. Por un lado asegura la bonanza del pastaje, pero por otro arruina caminos y obstruye vertientes naturales de agua. El año pasado ocurrió en tantas oportunidades como las veces que tuvieron que socorrer a numerosas familias aisladas por la bajada de aludes, y crecidas inesperadas de los arroyos de montaña.
El último parte de la Policía de Salta, señala sobre cortes intermitentes y de cuidado a partir de El Alisal, paraje ubicado a unos 17 kilómetros de Campo Quijano, y luego en la zona de Chorrillos, e Incamayo. En estos primeros 40 kilómetros de ruta nacional, con sectores aún sin terminar, hacia Chorrillos, se desarrollan deslizamientos de agua, piedra y barro, por los volcanes producidos en las altas cumbres.
«Estamos en contacto con la gente de la zona vía grupo WhatsApp. Así logramos saber cómo en diferentes puntos de la Quebrada del Toro, y zonas de precordillera hacia San Bernardo de las Zorras y parajes de El Rosal y Chañi, tiene dificultades con las lluvias. Por ahora solo es la situación del camino, que de a poco se está normalizando la situación, pero nos preocupa sobremanera el aprovisionamiento del agua para el consumo humano», resaltó Manolo Copa uno de los referentes sociales y políticos de estas comunidades.
Por ejemplo en la zona de Pascha lugareños solicitaron semanas atrás herramientas al Comité de Emergencias de Campo Quijano para trabajar en las acequias atiborradas de barro, piedras y ramas, que obstruyeron el precario sistema de abastecimiento de agua para el consumo de por lo menos cinco familias.
«Necesitamos herramientas para destapar las vertientes, como ser picos y palas», dice el mensaje que llegó de esa zona distante a unos 90 kilómetros de Campo Quijano, donde es toda una odisea llegar.
Las lluvias extraordinarias de esta temporada han complicado la vida de estas tranquilas tierras. La zona de Pascha adentro se complica la situación. El domingo otra sorpresiva crecida de un pequeño arroyo estropeó el camino e inundó campos sembrados de papa.
«Era de día cuando bajó el volcán. No mató animales porque estaban más arriba siendo acarreados. Sentimos el olor a barro, y nos dimos cuenta de que la cosa venía embromada. Los caminos fueron acondicionados, pero llueve y se destruyen. No hubo heridos solo daños materiales», contó Antenor Quipildor.
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