Locales

Otra grave falla del gobierno de Urtubey: dio a conocer la ubicación de una casa de guarda para mujeres maltratadas

Los protocolos internacionales sobre violencia de género señalan con toda claridad que la ubicación de las viviendas temporales para las víctimas y sus hijos menores debe permanecer en secreto. Otra falta grave del cuestionado Observatorio de Violencia contra las Mujeres.

El gobierno de Urtubey y particularmente la gestión de la Ministra Pamela Calletti no logran acertar en prácticamente nada respecto de las políticas aplicadas a la grave situación de la provincia respecto de la violencia de género, que entre otros preocupantes indicadores registró cinco femicidios solo en el primer mes del año y tiene a Salta primera en las estadísticas de violaciones y entre las peores respecto de violencia domestica e intrafamiliar.

El protocolo internacional que se aplica a las intervenciones de los poderes públicos en situaciones de violencia contra las mujeres señala con toda claridad que la ubicación de las viviendas temporales que se utilizan como casas de acogida para las víctimas y sus hijos menores debe permanecer en secreto. También ha de ser secreta (por razones de seguridad, pero también por respeto a los derechos fundamentales de las personas afectadas) la intimidad de las otras usuarias del mismo recurso y la de los profesionales que trabajan en el mismo, indicó un informe publicado por Iruya.com

De espaldas a estos criterios fundamentales, cuya razonabilidad es tan evidente que exime de cualquier otra justificación, el Hospital San Bernardo, el de mayor complejidad de la Provincia de Salta, ha anunciado, por boca de su gerente, que este centro sanitario dispondrá de una Casa de Primera Acogida, cuya ubicación física no ha vacilado en revelar.

Según el gerente del hospital, señor Ramón Albeza, la citada casa -que se encuentra en obras- se halla ubicada «sobre calle Mariano Boedo»; y si bien no ha informado sobre el número (solo eso faltaría), cualquier agresor con dos dedos de frente puede deducir que la casa en donde se ha refugiado su pareja para huir de él se encuentra a pocos pasos del hospital, ya que la calle Mariano Boedo solo tiene unos cientos de metros.

Aunque tal y como están las cosas en Salta, si las mujeres pueden morir a manos de sus agresores aun en espacios intensamente vigilados por el gobierno, como las cárceles, también pueden ser asesinadas en las casas de acogida, sobre todo cuando su ubicación es divulgada con tanta alegría por funcionarios públicos.

No ha sido sin embargo el grave despiste del gerente del hospital lo más llamativo del asunto, pues en el mismo acto en que se anunció casi con la precisión de un GPS dónde estará ubicada esta casa de acogida que se supone debe ser secreta, estaba presente la representante gubernamental en el llamado Observatorio de Violencia contra las Mujeres y supuesta experta en cuestiones de género, señora. Es realmente extraño que Postiglione haya avalado la revelación de una información tan sensible como esta.

Entre Postiglione y Albeza se han encargado de anular la eficacia de un recurso clave en la prevención y lucha contra la violencia machista. Un recurso de especial importancia por su estrecha vinculación con el hospital y por la posibilidad de que las víctimas puedan tener un acceso inmediato a la asistencia sanitaria al más alto nivel.

No es inoportuno recordar que la violencia contra las mujeres produce usualmente graves consecuencias a nivel físico (lesiones de todo tipo, traumatismos, heridas, quemaduras, relaciones sexuales forzadas, enfermedades de transmisión sexual, embarazos de riesgo, abortos y muerte); a nivel psicológico (estrés post-traumático, ansiedad, depresión, intentos de suicidio, abuso del alcohol, las drogas y los psicofármacos, trastornos por somatización, disfunciones sexuales, uso de la violencia con sus propios hijos); a nivel social (aislamiento, pérdida de empleo, absentismo laboral).

Capacitación al personal de guardia

Junto con el anuncio de la casa de acogida (incluidas sus coordenadas geográficas) se presentó ayer una propuesta de formación profesional para la detección y acompañamiento de víctimas de violencia, destinada al personal que trabaja en la guardia del establecimiento.

Según la información oficial, dicha formación comenzará el 8 de marzo y consistirá en 12 encuentros de dos horas cada uno, a realizarse en el salón auditorio.

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