Será parte de la fórmula con Andrés Ibarra en los comicios 2 de diciembre.
De un lado estará el máximo ídolo. Del otro, el presidente de la época dorada. Juan Román Riquelme y Mauricio Macri se enfrentarán en las elecciones del 2 de diciembre. El ex “10”, que secundó a Jorge Amor Ameal, será la cabeza del oficialismo. Y más allá de que el ex Presidente de la Nación acompañará en la fórmula a su delfín, Andrés Ibarra, la polarización en los comicios tiene dos nombres pesados en la historia xeneize. Será la batalla final. Y cualquier coincidencia con la política nacional no es pura coincidencia, claro.
En las próximas horas, Riquelme confirmará que será el candidato de la continuidad. Las listas deben ser oficializadas hasta el próximo 14 de noviembre. En la boleta estará Ricardo Rosica, actual secretario general y titular de la Fundación Boca Juniors, como segunda figura. Llegó con Ameal a la Comisión Directiva. ¿Quién será el vice segundo? Agustín Vila, empresario e hijo de Daniel, dueño del multimedios América, podría sumarse a la lista.
Macri ya había coqueteado con la posibilidad de sumarse a la nómina de Ibarra. Y tal cual confirmó Clarín en mayo, estaba latente la chance de presentarse como vicepresidente de quien fue gerente general durante su gestión en el club y también estuvo a cargo del Ministerio de Modernización en su etapa como Presidente.
Macri tiene de su lado a otros ídolos que supieron defender los mismos colores con Riquelme dentro de la cancha y hoy serán rivales políticos. Parecido a lo que sucedía cuando jugaban, porque el vestuario siempre estuvo dividido. Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo apoyarán abiertamente a Ibarra, del mismo modo que lo hicieron en la cena celebrada en la Usina del Arte, donde el ex gerente presentó su candidatura. La vieja y exitosa dupla ofensiva de los tiempos de gloria podría trabajar en conjunto. El Mellizo sería el manager y el Titán, quien ahora mismo dirige Platense, el entrenador.
El tercero en discordia
Hay un candidato que hace dos años viene trabajando en su propia campaña y no sólo consiguió los 308 avales necesarios, sino también, posicionarse como la tercera fuerza. De Jorge Reale se trata.
El empresario publicitario de 51 años, nacido en Mendoza pero con dos décadas viviendo en Buenos Aires, sumaría un buen número de votantes. Según las encuestas que manejan en el club, reúne 11,3 puntos y se ubica debajo de Ameal-Riquelme (47,5%) e Ibarra-Macri (40,9%). Aunque el actual presidente no irá por la reelección, fue el binomio que se eligió para el sondeo entre socios y abonados del club.
En este contexto, Reale tiene una buena relación con Rosica. Incluso, el secretario y posible vicepresidente de Riquelme se comunicó con el mendocino antes de la final de Boca en Brasil. «Fue para saber cómo estaba, si había entrado bien, nada más», deslizaron en su entorno.
Por otro lado, Diego Lajst se juntó con Daniel Angelici. El ex presidente estará entre las sombras. Ya se manifestó neutral a nivel nacional, por su condición de radical, pero apoyará a Macri en su competencia electoral contra Riquelme.
Lajst fue dirigente durante el periodo que Angelici estuvo al frente del club y es el presidente de ‘Boca La Causa’. Una lista de unidad con Reale en las huestes macristas podría inclinar la elección.
Riquelme lo sabe, por eso Rosica tanteó el terreno. Lejos de aquellos tiempos en los que decía que ganaba «85 a 15», y más allá de que no se aparta de un discurso en el que pondera «cuatro años maravillosos», sabe que la derrota ante Fluminense y el ciclo de Jorge Almirón genera cuestionamientos internos. También, las dificultades que tuvieron los hinchas que viajaron a Río de Janeiro, quienes sufrieron para conseguir entradas y no pudieron ingresar al Maracaná.
Las agrupaciones
Román consiguió su propio sello para competir en las elecciones: ‘Soy Bostero’.
Lo respaldan siete agrupaciones oficialistas: Juntos por Boca (Jorge Amor Ameal), Nuevo Boca (del fallecido Roberto Digón; continúa su viuda, Silvia Gottero), La Bombonera (Pablo Abbatángelo, con el sindicalista Víctor Santa María), Boquense (Juan Carlos Morresi), Azul y Oro (Carlos Montero) y Por un Boca Mejor (Fabián Parra).
Hay otras siete de la oposición: Dale Boca (Macri), Resurgimiento Boquense (Marcelo London), Súper Boca (Edgardo Alifraco), Boca es Boca (Carlos Aguas), Frente Único (Pedro Orgambide), Arriba Boca (José Palmiotti) y Xeneize por Siempre Boca (Natalia Pompilio, la hija de Pedro, fallecido presidente), quienes están con el ex gerente del club.
Alternativa Boquense, con el histórico Juan Carlos Crespi, se muestra independiente. Boca La Causa, también. Por ahora.
El poder detrás de escena
La elección en Boca tracciona a nivel nacional. Sergio Massa es amigo de Riquelme y fue el que lo convenció para sumarse a Jorge Amor Ameal en 2019 con la idea de exterminar al macrismo del club. Y en la fantasía del actual ministro de Economía y candidato a Presidente por Unión por la Patria está terminar el año ganador en las urnas del país y en las de Brandsen 805.
Sergio Massa, Juan Román Riquelme y Julio Zamora. Diario Zona Norte[/caption]
Javier Milei ya se manifestó a favor de Macri, que tejió una alianza con el postulante de la Libertad Avanza. «No me gusta Riquelme», declaró. El diputado es socio de Boca, igual que su hermana Karina, pero no asiste a la Bombonera desde el retiro de Palermo.
La disputa del poder en Argentina está muy relacionada con lo que sucede a orillas del Riachuelo. La relación Massa-Riquelme hasta generó un intercambio de jugadores. Mateo Retegui, Agustín Obando, Equi Fernández y Aaron Molinas, por citar algunos casos, fueron prestados al club de Victoria. Y desde allí llegó Lucas Blondel.
Macri quiere recuperar el club que Angelici perdió a manos de Riquelme en 2019. Román ya dijo que se quería quedar a vivir. En el medio, los socios se encuentran en una coyuntura similar a la que millones de argentinos tendrán que vivir el 19 de noviembre en el balotaje. Y sí, Boca es un mundo en sí mismo, con sus propias características y reglas. Y un espacio muy tentador.
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