En calle 20 de Febrero, casi esquina Entre Ríos, existía un peligroso bache de varios metros de diámetro. La Municipalidad realizó el bacheo correspondiente pero, en vez de reemplazar los adoquines del lugar, utilizaron concreto y lo marcaron para simular la forma del material original.
Poco más de un mes atrás, el móvil de Aries constataba la denuncia de un oyente respecto al profundo bache que se había abierto en calle 20 de Febrero al 724, casi en la intersección con avenida Entre Ríos.
Consecuentemente, la Municipalidad capitalina inicio trabajos para arreglar la calle que, en este tramo, presenta adoquines en su constitución. Fueron varias semanas las que la obra estuvo paralizada y, cuando finalmente se la dio por concluida, los vecinos se encontraron con algo curioso.
El arreglo se realizó con concreto común y corriente y no con adoquines, como el sentido común hubiese hecho suponer. Sin embargo, con la intención de disimular el parche, se decidió marcar el cemento imitando la forma del material original.
Un permisionario de la zona dijo suponer que muchos de los adoquines extraídos fueron robados en el periodo en el que duró la obra, mientras que, por su parte, una vecina decidió guardar algunos por si decidían colocarlos nuevamente.
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