En la jugada previa al 3-0 de Argentina, Leo agarró la pelota en el borde del área rival y juntó a siete uruguayos. Mirá.
La imagen sorprende, impacta. Otra vez Lionel Messi es el protagonista de la foto. Otra vez aparece rodeado de jugadores rivales, imantados por la figura del 10 de Argentina. Pero en esta ocasión, a diferencia de otras imágenes donde Leo estaba sin chances de desequilibrar, ahora es diferente: con la pelota en el borde del área rival, hay siete jugadores de Uruguay que lo siguen detrás, como seducidos por su juego.
Lo increíble de la preocupación que genera Messi en los rivales es que los siete jugadores que siguieron detrás de Messi provocaron el hueco para que, tras el pase del diez argentino, Rodrigo De Paul pudiera desbordar y lanzar un centro al ras del piso que pasó por delante de toda la defensa uruguaya para que Lautaro Martínez pusiera el 3-0.
Messi contra siete de Uruguay.
El tercer gol argentino justificó la diferencia que hubo en la cancha entre la Argentina y Uruguay. Más allá de la preocupación de los uruguayos por Messi, el equipo funcionó como un engranaje perfecto. Con Messi como bandera, con De Paul corriendo, asistiendo y llegando al gol y con Dibu Martínez apareciendo en los momentos justos.
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