En abril pasado, Barcelona hizo una gran apuesta a futuro: cerró la renovación de contrato de Ilaix Moriba, nacido en 2003 en Guinea y que cada fin de semana es figura en los equipos juveniles de la institución catalana. El vínculo es hasta 2022, con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros (112 millones dólares).
El futbolista, que se mueve como volante, es categoría 2003, pero sus actuaciones lo llevaron a disputar varios partidos con las categorías 2002, 2001 y 2000. Además, el mediocampista fue campeón de Liga con el Benjamín A, Alevín C, Alevín A, Infantil B, Infantil A, Cadete B y Cadete A.
¿Quién es Moriba? Se lo compara con Paul Pogba, por su físico y sus características técnicas: se encarga de distribuir el juego y decidir por dónde se inician los ataques del elenco azulgrana. Además, si bien su principal virtud no se basa en su capacidad goleadora, desarrolló un gran remate de media distancia. Lo que más llama la atención es su creatividad para generar situaciones y anticiparse a la reacción de la defensa rival.
La última genialidad del africano sorprendió al mundo. Fue ante el combinado juvenil del PSV holandés en la Otten Cup: tomó la pelota en mitad de campo,c on un giro que dejó en el camino a su marca, y condujo con cabeza levantada hasta la puerta del área. Amagó con salir para adentro, pero enganchó y se posicionó para su pierna izquierda. Un defensor y el arquero quedaron tendidos en el piso y la incipiente estrella tuvo la chance de gol en sus pies. Sin embargo, lejos de ser egoísta, miró al compañero mejor ubicado y le cedió el gol hecho abajo del arco a Louie Mark Barry. Una ráfaga de talento que ilusiona a un Barcelona todavía dominado por Messi.
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