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Guerra en IsraelJoe Biden viaja a Israel y acuerdan un plan de ayuda humanitaria para la Franja de Gaza

El presidente norteamericano declaró que sería un grave error que Israel tomara la Franja de Gaza. Este miércoles el mandatario viajará a Israel junto con el jefe de Gobierno de Alemania.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario de Alemania, Olaf Scholz, viajarán a Israel este miércoles para reuniones urgentes con el gobierno del controvertido primer ministro Benjamín Netanyahu.

La gravedad creciente del escenario en la región y sus posibles consecuencias globales que disparó el ataque del grupo fundamentalista Hamas, lo brinda la altura de la ofensiva diplomática en marcha para intentar evitar que la crisis derive en una guerra ampliada con jugadores nacionales.

El interés formal es expresar la solidaridad con Israel, víctima de la ofensiva del terrorismo de Hamas, pero en lo profundo se busca que se desista de una invasión a la Franja de Gaza que causaría una montaña adicional de muertos, incluídos soldados propios y sería utilizada por los enemigos de Israel como un pretexto para involucrarse en el conflicto. El líder de la Casa Blanca acaba de calificar precisamente como “un grave error” si Israel avanza para tomar ese territorio.

Este tejido diplomático se produce mientras la situación en Gaza se agrava a niveles que Médicos Sin Fronteras sostiene que está en riesgo inminente la supervivencia de cientos de miles de personas por la falta de servicios, pero esencialmente agua, alimentos y medicamentos. Israel ha anticipado este lunes que no habrá una tregua por razones humanitarias mientras no cesan los bombardeos en todo el territorio. «No hay un alto el fuego ni entrada de ayuda humanitaria en Gaza», afirmó tajante la oficina del premier Netanyahu.

Israel, además, ha golpeado con su artillería y fuerza aérea los caminos hacia el sur en el paso de Rafah que lleva a Egipto, y se mantiene cerrado en medio de contradictorios mensajes de que podría ser flanqueado en algún momento. Israel demandó que un millón cien mil habitantes del norte del territorio lo abandonen hacia el sur para proceder a un ataque masivo. Pero ese éxodo no tiene asistencia de ningún tipo y los hospitales del norte no pueden ser abandonados.

«Estamos al comienzo de operaciones militares a gran escala en la ciudad de Gaza», dijo este lunes el portavoz del ejército Jonathan Conricus. «Los civiles no estarían seguros si se quedaran allí», agregó. Esta ofensiva, que podría incluir tropas en tierra, es la que preocupa a la comunidad internacional. En El Cairo, el canciller norteamericano Antony Blinken, quien realizó una intensa gira por la región, aseguró que los aliados árabes de Estados Unidos no quieren que se extienda el conflicto.

El primer ministro de Israel y líder del Likud, Benjamín Netanyahu. Foto EFE
El primer ministro de Israel y líder del Likud, Benjamín Netanyahu. Foto EFE

El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, a su vez había advertido horas atrás sobre el peligro concreto de que Irán ingrese en la guerra para sostener a la organización Hamas de la cual es antiguo aliado. Eso sucedería si se abre el frente norte donde hay actividad del grupo Hezbollah, el más poderoso de la región. Teherán había enviado señales en ese sentido. Busca beneficiarse de la crisis para aliviar las tensiones sociales internas por las marchas crónica de protesta contra el régimen.

De modo que no parecen aislados los ataques en el norte de Israel de la milicia libanesa, la más poderosa de la región. Este lunes esa organización volvió a disparar misiles guiados y aseguró que había destruido un tanque israelí. «Los muyahidines de la Resistencia Islámica atacaron cinco lugares israelíes (…) con armas directas y lograron bajas confirmadas», anunció . El ejército respondió con artillería y dijo que no hubo víctimas por el ataque.

Tensión en Israel

La tensión es enorme en el país. Este lunes hubo que suspender una reunión de la Knéset, el Parlamento, con la presencia de Netanyahu al dispararse las alarmas y el estruendo de explosiones aquí en Jerusalén y en Tel Aviv. Con esos trasfondos hay un gran debate en Israel sobre los pasos próximos y entre los principales aliados internacionales del país.

La agencia AP citó este lunes a un funcionario del gobierno norteamericano que comentó sobre el eventual viaje del mandatario enfocado en el riesgo de que una invasión israelí a Gaza precisamente pudiese detonar una guerra más amplia con consecuencias devastadoras.

El canciller norteamericano Antony Blinken ha recorrido la región durante toda la semana con dos viajes a Arabia Saudita e Israel, reiteraciones esas fuera de agenda, en un esfuerzo claro para tratar de encarrilar la crisis.

El gobierno israelí, que ha estado muy cuestionado en las calles del país por su integración con partidos minoritarios de fanáticos ultraortodoxos que buscaron esmerilar al Poder Judicial, sufrió con este ataque una descomunal erosión debido a que se descuenta que por esa batalla política se descuidó la seguridad nacional. En ese contexto Netanyahu puede intentar recuperar algo de iniciativa lanzando una invasión terminal que descabece completamente a Hamas pero a un costo no mensurado.

El premier incluso no ha reconocido aún públicamente las fallas de seguridad cometidos. Si lo ha hecho la jefatura del Ejército y este lunes el titular del servicio de inteligencia doméstica, Shin Bet, Ronen Bar: “como uno delos jefes de la organización la responsabilidad cae sobre mí”, sostuvo.

“Pienso que sería un gran error”, indicó Biden en declaraciones al programa 60 Minutes de la CBS, en relación a la posible intención de Israel de invadir la Franja. “Miren, lo que sucedió en Gaza, desde mi punto de vista, es Hamas, y los elementos extremistas de Hamas no representan a todo el pueblo palestino. Y pienso que sería un error que Israel ocupara nuevamente Gaza”. Sin embargo, añadió, “eliminar a los extremistas es un requerimiento necesario”.

“Confío en que Israel actuará bajo las reglas de guerra”, dijo Biden durante la entrevista. “Hay estándares por los que se rigen las instituciones y los países democráticos. Y confío en que habrá la capacidad para que los inocentes en Gaza puedan tener acceso a medicamentos y alimentos y agua”.

El gobierno israelí, además, está presionado por la población que demanda venganza. Los israelíes del sur del país, que evacuaron las poblaciones cercanas a la Franja de Gaza, le han advertido que no regresarán a sus casas si no se avanza de modo definitivo contra la organización terrorista que tomó en un golpe en 2007 el control de ese territorio. “O ellos o nosotros” se lee en leyendas en las redes.

El ex primer ministro laborista, Ehud Barak, crítico frecuente del gobierno de Netanyahu, aseguró que las fuerzas militares pueden desactivar al grupo Hamas en un periodo de unas pocas semanas. Pero sostuvo que la solución definitiva es que se fortalezca a la Autoridad Palestina de Ramallah en Cisjordania para que tome el gobierno de la Franja previa pacificación con una intervención del territorio por parte de un puñado de países árabes.

El canciller norteamericano Antony Blinken durante la reunión que sostuvo con el prícinpe heredero saudita Mohammed bin Salman en Riad. Foto EFE
El canciller norteamericano Antony Blinken durante la reunión que sostuvo con el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman en Riad. Foto EFE

Es una noción que esgrime también la diplomacia occidental. Biden sostuvo recientemente una charla telefónica con su colega palestino, Mahmud Abbas. Una reunión en la cual el líder de la Casa Blanca prometió ayuda humanitaria para los gazatíes, pero que también simbolizó la importancia que Washington otorga a la conducción palestina, en general ignorada por Netanyahu y sus socios políticos. Abbas señaló hace pocas horas que Hamas «no representa los intereses palestinos».

Los líderes árabes, incluso los más cercanos a Israel como el gobierno egipcio, denuncian que ha habido un exceso del “derecho a la autodefensa” ejercido por Israel y se ha emprendido un castigo colectivo con consecuencias difíciles de pronosticar. Es el mensaje que Blinken escuchó en El Cairo.

El canciller enfatizó en sus contactos la preocupación en Occidente de evitar un desmadre. “Tenemos que hacer todo lo posible para asegurarnos de que esto no se extienda a otros lugares, una visión compartida con los países árabes para salvaguardar vidas inocentes, una visión compartida para conseguir asistencia a los palestinos en Gaza que la necesitan, y estamos trabajando mucho en eso”.

Sullivan, este domingo, reiteró ante numerosos micrófonos de los noticieros que “todas las operaciones militares deben llevarse a cabo en apego a las leyes de guerra, que los civiles deben ser protegidos”. Señales consistentes hacia Israel.

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