Pasaron dos semanasIncertidumbre y misterio en el caso de rapto y abuso a una joven

Pasaron dos semanas desde el brutal secuestro y ataque sexual. La víctima y su novio aún no saben si existió abuso sexual con acceso carnal.

El martes 17 del corriente mes una joven de 24 años habría sido secuestrada y abusada sexualmente en un barrio de esta ciudad. Ante la gravedad de lo denunciado por el novio de la víctima, identificado como Gabriel de 26 años, hasta el momento muy poco se sabe acerca de la investigación y las pruebas que los sabuesos podrían tener tras casi dos semanas del aberrante hecho. “Hasta el día de hoy no sabemos si fue abusada, los resultados que tienen que ver con enfermedades de transmisión sexual dieron que mi novia no tiene nada”, dijo el muchacho, según publicó El Tribuno.

Según se supo, el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) intervino recién a las 48 horas del tremendo episodio. Esa tarde, según la denuncia, la víctima se bajó del corredor 6 “B” entre las 18.30 y las 19, en alguna parada del barrio Juan Manuel de Rosas. Mientras caminaba fue sorprendida por una mujer que asentó una punta en su espalda y la obligó a subir a una Trafic blanca. Desde ese momento comenzó el calvario para la joven, quien no recuerda muchas cosas a raíz de los golpes recibidos pero, sobre todo, porque según consta en la denuncia en más de una oportunidad le tapaban la boca y la nariz con un trapo -al parecer tenía algún químico-. “A pesar del tiempo que pasó cada vez entiendo menos, estoy muy confundido. No sé si la estaban siguiendo, por qué y para qué hicieron eso… lo bueno es que ella de a poco va recordando cosas”, apuntó Gabriel. En esos recuerdos la joven le dijo que “cuando logró zafarse de la mujer que iba atrás del vehículo, abrió la puerta y se tiró. Ahí recuerda que era un auto rojo, más bien largo”.

Desde un primer momento la joven víctima alcanzó a notar la presencia de dos hombres y una mujer. “Uno de los sujetos tenía un tatuaje en un brazo y era obeso. Ella siempre estuvo con los ojos vendados”. Entre los datos que la mujer pudo recordar y aportar a la investigación señaló que uno de los hombres tenía acento santiagueño. En el momento del presunto secuestro la víctima tenía una calza negra y un pulóver también de color negro. Los investigadores trabajan en el levantamiento de pruebas para dar respuestas a la víctima y su familia.

También es investigado

Gabriel sabe que es sospechoso y dijo: “Me están investigando y está bien. Soy un trabajador y nunca me metí con nadie y no tengo antecedentes”. El joven apuntó que los únicos “que nos mantienen al tanto son el doctor Venegas y la licenciada -Psicología- Carla Tiano, nos ayudan mucho”. Pertenecen al Ministerio de DDHH a través del programa de “Orientación y Asistencia Jurídica a Víctimas y Familiares de Delitos Graves”.