El asesino tuvo una hora sin ningún tipo de control para apuñalar a la joven en la celda del pabellón E en el penal.
La joven recibió 31 puñaladas en el interior de la celda del pabellón E, en el penal de Villa Las Rosas. Por el bestial femicidio detuvieron a un oficial penitenciario.
Gabriel «Chirete» Herrera, de 39 años, tuvo todo el tiempo del mundo para cometer el cruento asesinato de su novia, Andrea Neri, el pasado 5 de enero. Según información que publicó diario El Tribuno el criminal estuvo cerca de una hora con su víctima dentro de la celda, completamente a solas. Al salir de la habitación que habitualmente compartía con cuatro reos, entregó a su hijo de dos meses a los guardiacárceles y les avisó que adentro quedaba Andrea, ya sin vida.
A medida que pasan los días, los detalles que se conocen de este hecho estremecen los sentidos.
Durante toda esa hora que pasaron en privado, ¿nadie escuchó una discusión, gritos o algún ruido que advirtiera sobre el violento episodio que allí se vivía?, ¿es tan prolongado el tiempo que tienen en las visitas íntimas?
Además, la situación se agrava si se tienen en cuenta los violentos antecedentes del criminal: haber matado a su esposa en la cárcel de Metán, hace más de 10 años, y -según fuentes cercanas al penal- haber tenido episodios de violencia con novias anteriores a Andrea.
Luego de asesinar a sangre fría a su esposa Verónica Castro, quien lo había visitado en la cárcel de Metán donde estaba preso por estafa y robo calificado, Herrera fue trasladado a Villa Las Rosas, y allí antes de conocer a Neri mantuvo relaciones de noviazgo con otras mujeres.
Durante ese tiempo, su salvajismo para tratar a las mujeres se evidenció en más de una oportunidad. ¿Cómo alguien no previno esa situación? Después de tantos antecedentes de violencia, ¿le hicieron estudios psicológicos para determinar fehacientemente su peligrosidad?
Por el momento, lo único que se sabe es que Chirete siguió gozando del beneficio de las «visitas íntimas» pese a ser «el diablo», como lo catalogó el hermano de su primera víctima.
Un detenido por ahora
El ASESINATO de Andrea Neri ocurrido en el interior del Servicio Penitenciario de Salta sigue su curso legal. A su vez, el espeluznante hecho dejó una serie de detalles que seguirán generando el asombro en la opinión pública.
El femicida serial mató a su víctima de 31 puñaladas. Lo atroz del homicidio agravado por la relación de pareja develaría una cadena de responsabilidades en el Servicio Penitenciario y los organismos que lo rodean. Ayer, detuvieron e imputaron a Fernando Daniel Velázquez, subjefe del Departamento de Tratamiento y Vigilancia de la Unidad Penal 1.
El único oficial penitenciario detenido por el momento estaba encargado de autorizar las «visitas íntimas» en Villa Las Rosas. Fue imputado por «abandono de persona seguido de muerte» en la causa del FEMICIDIO de Andrea Neri. La acusación comprende una pena que va desde los 5 a los 15 años de prisión.
De acuerdo a la investigación, no sería el único funcionario penitenciario al que se le ordenará la detención. La magnitud del hecho necesita una Justicia coherente, que reafirme más que nunca los derechos de las personas y, sobre todo, los de las mujeres, y que en aras de la verdad sea capaz de llegar a todos los rincones de poder para desentrañar la cadena de responsabilidades.
Primero eran cuatro sospechosos
Antes de confirmarse la única detención de Fernando Daniel Velázquez, oficial del Servicio Penitenciario en la Unidad Carcelaria 1, quien habría estado a cargo de firmar las “visitas íntimas”, el trascendido indicaba el arresto de otros tres funcionarios de esa fuerza. Frente al rumor y sobre todo a la investigación desatada, no se descarta que siga habiendo detenidos que podrían tener algún tipo de responsabilidad en el femicidio ocurrido dentro de la cárcel.
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