Cristian Ramón Balcarce dijo que la mató “sin querer” y se asustó y por eso escondió el cuerpo. “Dejé el cuerpo allí y me fui de viaje. Cuando volví, me arrepentí, siempre me arrepiento”, sostuvo.
Comenzó esta mañana el juicio por el femicidio de Mariela Alejandra López. Cristian Ramón Balcarce, en el banquillo de los acusados, pidió declarar y aceptó haberla matado; aunque dio una llamativa versión de los hechos. Balcarce llegó incluso a quejarse de que la policía no le quiso tomar a él una denuncia por violencia contra Mariela López.
Cabe recordar que el 20 de Abril de 2018 se produjo el hallazgo del cuerpo de Mariela Alejandra López en un descampado sobre ruta nacional 9/34 a la altura del km 1500-1501 y debido al estado de descomposición en el que se encontraba (estaba desaparecida desde hace un mes), no se pudo establecer a ciencia cierta la causa de muerte, aunque todo hace presumir que el imputado la habría asfixiado.
Balcarce llegó al banquillo de los acusados por la investigación de la fiscalía: las pruebas eran cámaras de seguridad, el movimiento registrado de la ambulancia de traslados que conducía el imputado, entre otras, y se llegó hasta una zona rural en las inmediaciones de la localidad de Lumbreras, donde se encontró un cuerpo sin vida de la mujer y en avanzado de descomposición.
“La convivencia era insoportable. Ese día llegue a casa y me olvide las llaves. Cuando me abrió me tiró con una maceta y empezó a arrojarme vasos y otros elementos. La tomé del cuello y cayó para atrás y no reaccionó más…”, dijo Balcarce, hoy, ante los jueces. Dijo que ella cayó y quedó inconsciente. Dijo que intentó revivirla pero fue infructuoso y decidió ocultar el cuerpo. “Ese día no sabía qué hacer y dejé el cuerpo allí y me fui de viaje. Cuando volví, me arrepentí, siempre me arrepiento”, dijo.
Dijo, también: “a ella le gustaba pegarme y arrojarme cosas. También lo hizo con mis hijos”.
Expresó, además, que convivieron 5 o 6 meses y siempre hubo agresiones, sobre todo cuando vino su hijo a Salta.
Declaró, además, que cada vez que intentó hacer una denuncia por violencia de género qué él decía sufrir por parte de ella, los policías no le tomaban la denuncia. Le decían que era un maricon. “La Justicia no considera que los hombres también somos víctimas de violencia”, dijo.
“Ese día me agredió y cuando intenté irme me dijo que cuando lleguen mis hijos, los mataría. Forcejeamos, la empujé. Ella cayó y no reaccionó. No sabía qué hacer y decidí esconder su cuerpo”, insistió.
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