Salud

Violencia psicológica«Eso no pasó»: qué es el gaslighting, una sutil forma de abuso psicológico

El psicólogo Flavio Calvo explica cuáles son sus características y cómo se manipula a las víctimas.

No todas las formas de abuso y maltrato son físicas. El daño psicológico también tiene severas consecuencias y puede expresarse de múltiples formas, entre las que se encuentra el «gaslighting».

«El gaslighting es una forma de abuso psicológico acompañado de manipulación que consiste en hacer que la víctima dude de su propio criterio para interpretar las cosas, de su memoria y hasta incluso de su propia salud mental», describe a Clarín el psicólogo Flavio Calvo.

El término gaslighting se convirtió en 2022 en palabra del año según el diccionario estadounidense Merriam-Webster, ya que su búsqueda diaria en internet aumentó un 1740% durante el año pasado.

Un origen de película

El nombre gaslighting proviene de la película Gaslight, protagonizada en 1944 por Ingrid Bergman, quien interpretaba a una millonaria cuyo marido quería hacer pasar por loca para quedarse con su fortuna.

El hombre (personificado por Charles Boyer) escondía objetos haciéndole creer que ella no recordaba dónde estaban, y bajaba la intensidad de la luz, que en ese momento provenía del gas, diciéndole que seguía brillando de la misma manera.

«Hacer luz de gas»

Por eso, el concepto de gaslighting (o «hacer luz de gas», en español) se usa para describir el intento de una persona por tratar de confundir a otra, e incluso hasta hacerle perder la razón, haciéndola ver lo que no es o convenciéndola de que no es real lo que ve o siente.

Su significado es  «manipulación psicológica de una persona, por lo general durante un período prolongado, que hace que la víctima cuestione la validez de sus propios pensamientos, percepción de la realidad o recuerdos y que suele conducir a confusión, pérdida de confianza y autoestima, incertidumbre emocional. o estabilidad mental, y una dependencia del perpetrador».

«El tipo de abuso que se desarrolla en el gaslighting es muy sutil, a veces hasta puede parecer lleno de amor y cuidados, acompañado de frases como ‘¿pero, estás segura?’, ‘eso no pasó’, ‘lo estás imaginando’, ‘nunca dije eso’ hasta otras más directas (‘estás loco/a’, ‘estás exagerando’, ‘no decís cosas coherentes’)», ejemplifica el terapeuta.

«Esto produce que la víctima, con el tiempo, comience a dudar de sí misma, le va generando inseguridad, por lo que comienza a buscar la opinión y aprobación constante del otro.»

Poster de la película Gaslight, de 1944.
Poster de la película Gaslight, de 1944.

Generar dependencia

Calvo suma que muchas veces el manipulador, va más allá y triangula con otros, ya sean amigos de ambos o gente externa, «a quienes les cuenta que su pareja o la persona en cuestión ‘no está muy bien’, resalta si no entiende o dice algo mal, con el fin de crear un clima donde todos vayan poniendo en duda su cordura».

Este tipo de manipulación termina haciendo que la persona manipulada dependa del manipulador, dice.

«Al destacar continuamente los errores de la víctima de forma consistente, logra que ella dude de sí misma en numerosos aspectos. Duda de su capacidad de recordar, de si su manera de interpretar las cosas es sana o exagerada. Llega a poner en tela de juicio su propia manera de razonar y hasta su salud mental», profundiza.

¿El resultado? «La erosión de su autoestima, lo que deja a la víctima cada vez más a merced del abusador».

Miedo al qué dirán

«Una persona que está sufriendo de gaslighting se cuestiona constantemente lo que piensa y hace, se pregunta la mayor parte del tiempo si no está exagerando sus emociones. Vive pidiendo perdón por sus acciones, muchas veces no cuenta lo que le sucede a nadie por miedo a ser juzgada. Cada vez se le hace más difícil tomar decisiones, aun la más simples, por miedo a no hacerlo con cordura, sintiendo que no puede hacer nada bien», caracteriza.

Identificar el gaslighting

Según Calvo, frente a situaciones de gaslighting es importante que la víctima confíe en su propias emociones y sensaciones. «Cuando algo produce enojo o miedo, se puede sentir en el cuerpo y es transcendental reconocer esas sensaciones».

Asimismo, destaca que es clave que se relacione con amigos y familiares, por fuera del círculo de su manipulador. Es que «las personas que están siendo manipuladas tienden a relacionarse solo con los amigos que tiene en común y se termina aislando de su familia, por lo que no pueden escuchar opiniones libres del filtro del manipulador», advierte.

«Al escucharse a si misma y a otros, conviene que confíe en sus propias intuiciones, y que se afirme en sí misma/o para no buscar la aprobación de otros», aconseja.

Por otra parte, menciona que «es sustancial reconocer que cada persona puede pensar y sentir libremente y que cuando se siente algo no se tiene que pedir perdón por ello».

Una acción necesaria para salir de este tipo de manipulaciones es reconocer los propios valores, afirma.

Y añade que «cuando una persona tiene valores y los puede reconocer, estos le dan sentido a su vida y a su experiencia, alejándola, en ocasiones, de situaciones peligrosas».

Según el psicólogo, una buena herramienta que puede ayudar en estos casos es hacer un listado de valores prioritarios que sirva de guía (familia, amistad, generosidad, compasión, honestidad). Esta lista de valores se puede llevar a acciones “pasar tiempo en familia”. “escuchar al otro con amor e interés”, “vivir la espiritualidad”, ejemplifica.

«Esto ayuda a reconocerse a sí mismo y reconocer si el otro comparte los valores personales, lo que muchas veces servirá como filtro para vínculos que no son convenientes», concluye.

CADENA 365 EN TU CELULAR

Descarga nuestra app para Android

Encuestas

¿Que expectativas te generan las medidas propuestas por Javier Milei?

Resultados

Cargando ... Cargando ...

Fotonoticias

En la PunaFuror por un pueblito salteño de 250 habitantes ubicado a 4100 de altura
Ver anteriores