Policiales

Fernando Alves FerreiraEl detenido por matar a su mujer de 9 tiros en Bariloche se declaró culpable: dijo que estaba en peligro

Fernando Alves Ferreira confesó el femicidio de Eduarda Santos. Señaló que era el responsable y vinculó a la víctima con el narcotráfico
La investigación del femicidio de Eduarda Santos (26), la brasileña encontrada el miércoles asesinada de nueve balazos en un sendero de Circuito Chico, en la ciudad rionegrina de Bariloche, quedó más esclarecida después de que el principal sospechoso, Fernando Alves Ferreira, también oriundo del país vecino, confesara el crimen ante la Justicia.

“Me declaro culpable por la muerte de Eduarda Santos de Almeida. Yo sí soy el responsable, no lo planee”, dijo el acusado esta mañana durante una audiencia imputativa en la que los fiscales Gerardo Miranda y Martín Lozada exhibieron las pruebas en su contra.

Según comunicaron fuentes judiciales, Alves Ferreira reconoció la autoría a pesar de los consejos de sus defensores. Cuando hizo uso de la palabra, también pidió a los investigadores que periten los teléfonos y profundicen en algunos aspectos de la acusación, para conocer los motivos que lo llevaron a cometer este acto, entre otros conceptos. En ese sentido, dijo que lo hizo “para proteger” su seguridad y la de los hijos mellizos que tuvo con la víctima, a quien vinculó con el narcotráfico: “Cuestiones de narcos y todo lo que saben ustedes y Eduarda estaba involucrada en eso”.

El ciudadano brasileño aseguró que no planeó el crimen, pero reiteró que él “estaba en peligro” y agregó: “Perdón, pero mi vida viene primero que la de los demás”. Además se refirió al arma utilizada, y de qué manera había conseguido la misma. Sin embargo, no respondió a las preguntas de la acusación. “No sé si me van a dar una cadena perpetua pero en realidad no me importa”, concluyó su declaración.

Tras ello, el juez de Garantías Sergio Pichetto le dictó la prisión preventiva por el término de cuatro meses, bajo la imputación por femicidio y homicidio calificado por haber sido cometido con alevosía y con un arma de fuego.

Alves Ferreira convivía con la víctima en un domicilio ubicado a la altura del Km. 25 de Avenida Bustillo. La madrugada del miércoles, se dirigió junto a ella en un auto marca Chevrolet en dirección al mirador del Lago Escondido del Circuito Chico. Al bajarse del vehículo, el imputado, utilizando un arma de fuego calibre 357, “tomó todos los recaudos para que la mujer no pudiera defenderse y actuando sobre seguro le dio al menos seis disparos sobre el cuerpo”, establecieron los investigadores.

El informe de autopsia determinó que la causa de la muerte fue producida por hemorragia interna secundaria a lesiones pulmonares bilaterales con hemotorax por los disparos efectuados por el acusado con dicha arma de fuego.

En allanamientos realizados por la Policía de Río Negro, los peritos hallaron en el vehículo de Alves Ferreira lo que aparentaban ser manchas de sangre, por lo cual se ordenaron peritajes para determinar si pertenecían a la víctima.

También se encontraron “plomos deformados” (proyectiles) en cercanías del cuerpo de la mujer, por lo que a partir de estos hallazgos y de las heridas constatadas en la autopsia, la hipótesis de los investigadores es que pudo haber una primera pelea dentro del auto, que la víctima se bajó del vehículo y que el asesino la alcanzó y la asesinó a balazos en el sitio del hallazgo.

Otro dato que surgió de la investigación es que Alves Ferreira tuvo dos hijos mellizos con Santos, pero que esos niños fueron anotados como hijos de él con quien fue su ya fallecido esposo en un matrimonio igualitario.

“El hecho fue cometido mediando violencia de género, toda vez que el imputado mantenía una convivencia con la víctima y ejerció sobre ella durante años violencia psicológica y económica profundizando la situación de vulnerabilidad, por tratarse de una mujer extranjera, sin familiares ni personas de confianza, sin trabajo y con un bebé de un mes de vida que dependía para su subsistencia y la de su hijo de residir en el domicilio del imputado”, expusieron los fiscales.

Respecto de la relación con la víctima, Alves Ferreira declaró hoy: “Eduarda no era sumisa, todo lo contrario. Yo me quedé viudo hace siete meses. La violencia que sufríamos en la casa a partir de la llegada de Eduarda era constante. Mi prioridad eran mis hijos. Volver a Brasil no era una opción”.

Para la fiscalía, el acusado “llevó adelante un accionar frio y calculador” y tenía todo planeado para irse de Bariloche el 20 de febrero. Al explicar la imputación, Lozada expresó: “Si bien todos los femicidios pueden ser calificados como homicidios, lo cierto es que no todos los homicidios de mujeres son susceptibles de ser calificados como tal. Esta diferencia radica en que el móvil del hecho puede no estar relacionado con la condición de ser mujer o no estar motivado por razones de género”.

“No obstante ello, en este caso puntual contamos con una serie de indicadores que nos permiten calificar, de modo preciso y puntual, como femicidio a la acción de dar muerte que llevara adelante el acusado respecto de la víctima”, finalizó el funcionario judicial.

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