Un conductor de 21 años, al mando de Renault Fluence blanco, arrolló a 10 personas que caminaban por la banquina mientras manejaba por la avenida Paraguay; el correspondiente test de alcoholemia arrojó que tenía 1,02 gramos de alcohol en sangre.
Salta no puede salir de su conmoción. En la madrugada de este domingo, un hombre de 21 años, totalmente alcoholizado, atropelló a varios jóvenes en la salida de un boliche y mató a tres de ellos. Los otros siete, en tanto, sufrieron heridas de distinta consideración. “Cuando llegué al lugar era una masacre. Eran chicos desparramados por todos lados”, relató, con la voz quebrada, el familiar de una de las víctimas que permanece internada en un centro de salud.
Desde la puerta del hospital San Bernardo, ubicado en la capital salteña, Alicia, la tía de Fabio Ramos, acompañaba a su hermana mientras esperan las novedades médicas del joven de 26 atropellado. “Había chicos gritando. Fue de terror”, recordó la mujer, que fue una de las primeras en llegar a la avenida Paraguay, a la altura de la colectora de la Coca Cola.
En diálogo con el diario local El Tribuno, la mujer contó que como no encontraba a la esposa de su sobrino, una joven de 29 años, una policía la llevó a reconocer el cuerpo de una de las víctimas que estaba tirada en el piso de la ciclovía ya fallecida. “Del otro lado, bajo un camión, vi un chico muerto”, contó, aún impresionada por la escena con la que se topó.
“Queremos que se haga justicia. Tendrían que sacar esos boliches de ese lugar porque vienen en estado de ebriedad. El auto empezó a desparramar un montón de chicos por la ruta”, se quejó la madre de Ramos, que es padre de cuatro menores de edad.
Un joven al mando de Renault Fluence blanco atropelló a diez personas que caminaban por la banquina mientras conducía por la avenida Paraguay. Luego de producirse la colisión, el automovilista volvió a intentar incorporarse al carril y terminó por chocar contra una palmera. Pese a que intentó escapar, su huida fue frustrada por otras personas que lo retuvieron. El correspondiente test de alcoholemia arrojó que tenía 1,02 gramos de alcohol en sangre.
Debido al impactante incidente vial, la Unidad de Graves Atentados contra las Personas dispuso la detención del conductor que protagonizó el hecho y su acompañante, que también estaba bajo los efectos del alcohol.
De las diez personas que recibieron el duro impacto del rodado, dos de ellas fallecieron en el acto. Una tercera fue trasladada con premura a la guardia del hospital San Bernardo, donde ingresó en grave estado y falleció minutos después.
Claudio, hermano de Karen Isabel Marín, otra de las víctimas que permanece internada, contó que la joven de 26 años tiene las costillas quebradas, como así también uno de sus brazos. “Está desfigurada. Tiene sangre en la cabeza. Los médicos me dijeron que la está peleado”, dijo el hombre, visiblemente consternado. Su familiar, como todos los atropellados, estaba caminando a la vera de la avenida, por la bicisenda, tras salir de un boliche de la zona.
“Una camioneta venía rápido y tocó a un auto que iba adelante. Entonces el automóvil empezó a dar vueltas y se llevó todo puesto”, contó el hombre. De acuerdo al relato de testigos y los familiares de las víctimas, se habrían producido serios disturbios a la salida de las discotecas que incluyeron piedrazos entre distintos grupos de personas. Fue entonces que una camioneta se habría involucrado en el accidente fatal que terminó con tres fallecidos y jóvenes en grave estado.
Este lunes, familiares de las personas atropelladas marcharán hacia el Polo Judicial para reclamar justicia, especialmente después de conocer el parte médico de Marín, de 26 años, una de las pacientes más críticas, indicó El Tribuno.
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