La reunión tuvo lugar en las oficinas que tiene el presidente del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza, en la calle Alsina, a pocas cuadras del Congreso de la Nación. Durante la tarde del martes, el ex intendente de La Matanza y el ex presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez se sentaron a hablar de política, pero principalmente, de candidaturas.

Domínguez, que forma parte del espacio randazzista y que aspira a ser candidato a diputado en la misma boleta que integre el ex ministro de Interior y Transporte, se fue de la reunión con una idea clara: Cristina Kirchner está dispuesta a ponerle todas las trabas que encuentre a su ex funcionario. Lo quiere dejar afuera de la competencia y hará lo posible para hacerlo.

Espinoza le advirtió a Domínguez que el kirchnerismo tiene una orden que cumplir y esa es ponerle un freno a la candidatura del ex ministro de Transporte. La noticia llegó a oídos de Randazzo, quien se mostró sorprendido por la actitud de Cristina Kirchner. «Florencio no sale de su asombro y cree que tiene que primar la racionalidad en este proceso electoral», deslizaron desde el entorno del ex ministro

 

El presidente del PJ Bonaerense fue directo y tajante. Le dijo a Domínguez que no coincide con la postura que han tomado la ex presidente y La Cámpora, pero que la intención es clara. «No hay PASO», le aseguró a su ex compañero de fórmula. Ambos compitieron en las últimas elecciones primarias del PJ y perdieron ante el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández y el ex titutlar del AFSCA Martín Sabatella los comicios para ser candidato a gobernador.

Domínguez le explicó a Espinoza el grado de responsabilidad que tiene por ser el titular del partido y le pidió que el espacio en el que milita se maneje con coherencia. «Vas a llevar al peronismo al peor lugar de la historia con este escándalo», le reclamó.

Desde el entorno de Espinoza, le explicaron a Infobae que el ex jefe comunal de La Matanza le hizo un pedido conciso a Domínguez. «No pierdan más el tiempo y dígannos que quieren para formar una lista de unidad». El pedido fue explícito.

La intención de Espinoza siempre fue la misma. Quiere la unidad y el liderazgo de Cristina Kirchner. Con esa idea, aspira a negociar con los enviados de Randazzo y evitar, antes del 24 de junio – día en que se vence el plazo para presentar la lista de candidatos -, que haya una PASO.

En otro tramo del diálogo, le advirtió sobre la diferencia de apoyos que tiene cada sector y el tiempo que ha perdido el peronismo tratando de llegar a un acuerdo. En un lenguaje coloquial y directo, Espinoza le dijo a Domínguez: «Déjense de joder que se van a quedar solos en el medio del desierto».

Este miércoles, la mesa política del randazzismo se juntó para debatir los pasos a seguir en las próximas semanas. Estuvieron los intendentes, los dirigentes sindicales y los legisladores nacionales y provinciales que forman parte del espacio. En esa mesa se refirieron a lo que había sucedido el día anterior en las oficinas de Espinoza y escucharon la palabra del ex ministro. «Ahora estoy más convencido que nunca de ser candidato», les dijo.

Los rumores sobre la candidatura de Cristina Kirchner que atravesaron de principio a fin el último martes y el resultado de la reunión entre Domínguez y Espinoza llevaron al randazzismo a endurecer aún más su postura. Están convencidos de que irán a las PASO dentro del PJ. Randazzo no da un paso atrás.

La movida política del kirchnerismo es presionar al ex ministro para que integre una lista de unidad y se baje de las PASO. Tuvo un ofrecimiento concreto a través de intermediarios. Le propusieron ser el primer candidato a diputado nacional en una lista conjunta. Eso o quedar solo. Randazzo prefirió la segunda opción por dos motivos: no se siente solo y cree que para liderar el peronismo, la única opción posible es terminar con la etapa que llevó adelante el kirchnerismo.

«Florencio va a cumplir con la ley y con el compromiso que tiene con todos los dirigentes que lo acompañan en el espacio», indicaron a Infobae desde el núcleo del randazzismo, donde saben que se encontrarán con muchos obstáculos para competir en unas internas.

Cada dirigente que forma parte del espacio repite en público y en privado lo mismo: «Si están tan seguros de ganar, ¿por qué no se presentan a las PASO?». En el kirchnerismo ya tienen en claro la jugada. Cristina no competirá con Randazzo. Y la idea es que el ex ministro tampoco pueda competir. Dos posturas antagónicas en una interna caliente y despiadada.