Un inexplicable error de cálculo le impidió a la atleta israelí de origen keniano Lonah Chemtai Salpeter quedarse con la medalla de plata en los 5.000 metros de los campeonatos de Europa de Atletismo en Berlín, donde frenó 400 metros antes de la llegada y culminó en el quinto puesto.
La corredora de 29 años creyó por error que la carrera estaba acabada y la medalla de plata en su poder. Pero faltaba una vuelta. Su despiste le costó un lugar en el podio, pero quizá le haya reportado más notoriedad internacional incluso que su victoria en los 10.000 metros días antes., según publicó La Nación
«Estoy contenta por poder aprender de este error, e intentaré estar más despierta la próxima vez», reaccionó una vez superada su inmensa decepción en la línea de meta, con la mente ya puesta en los Mundiales de 2019 en Doha.
Lonah Chemtai Salpeter (atleta israelí)
En apenas unas horas la deportista pasó de sentirse la reina del fondo a recibir el estatus de heroína trágica. El miércoles, Lonah Chemtai Salpeter, nacionalizada israelí en 2016, dio a Israel su única medalla de oro de la competición, que fue de paso el primer oro de una israelí en un Europeo de Atletismo.
El domingo por la tarde, al término de un esprint, Salpeter pensó que había logrado una nueva presea tras rebasar la línea de llegada justo por detrás a la finalmente vencedora, la holandesa Sifan Hassan. alpeter redujo entonces el ritmo hasta casi detenerse, y se llevó las manos a la cara como muestra de la emoción por el éxito. Pero aún quedaba por delante una vuelta… En vivo ante los ojos de todo el mundo, se dio cuenta de que la holandesa proseguía su galopada, y por lo tanto que la carrera no estaba acabada.
«¿Qué ocurre?, ¿por qué se detiene? No lo puedo creer…», se lamentó la comentarista israelí de la cadena Sport 5.
Lonah Chemtai Salpeter reempredió la marcha. Pero, además del tiempo perdido, quedó sin fuerzas tras el esprint, y vio cómo la británica Eilish McColgan la superó en la curva. A pesar de los contratiempos, Lonah Chemtai-Salpeter logró terminar quinta y se derribó sobre el suelo con la cabeza escondida entre sus brazos, derrumbada física y mentalmente.
Pero un día después la sonrisa regresó a su rostro. Sin duda decepcionada, optó por sacar conclusiones y aprender la lección antes que seguir lamentándose.
«¿Qué puedo hacer? No se puede volver atrás», declaró en un video publicado por la página de información israelí Ynet. El paso de su alegría a su desconsuelo fue la noticia del día en medios de su país. El episodio no hizo sino aumentar la popularidad de la joven, llegada a Israel para cuidar a los hijos de un diplomático keniano en 2008.
«Tú eres una verdadera bomba», tuteó el Primer Ministro Benjamin Netanyahu antes y después de los 5.000 m, junto a una foto de la atleta con una bandera del país. «Tú has llenado de orgullo a nuestro país», concluyó el dirigente.
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