Una comerciante que ofrecía camperas y buzos para egresados fue condenada en juicio abreviado tras reiteradas denuncias por no haber cumplido los compromisos adquiridos.
La fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Mónica Poma, con el acuerdo de las partes, solicitó juicio abreviado ante el Juzgado de Garantías 3 para Victoria Suárez, acusada de estafar en forma reiterada a alumnos de 5° año con su empresa de confección de indumentaria. Informo EL Tribuno
Las denuncias de alumnos que cursan el último año del secundario en contra de empresas que se dedican a vender buzos, chombas y camperas de promoción, por estafas y engaños, son frecuentes. Generalmente se producen por incumplimiento de los plazos de entrega, mala calidad de los materiales y utilizados y de la confección. A eso hay que sumarle los precios excesivamente altos de la prendas ofrecidas. En ocasiones, los afectados llevan la situación a la Justicia.
Según consta en la causa, Suárez tenía una empresa llamada «Influenzia Indumentaria» y recibía encargos para realizar remeras y camperas para los futuros egresados, efectuaba el cobro de lo convenido e incumplía con la entrega de los productos, posponiendo siempre la fecha con excusas hasta que cerraba el local y dejaba de atender el teléfono.
El juez Antonio Pastrana condenó a Suárez a la pena de dos años y ocho meses de prisión de ejecución condicional por el delito de estafas reiteradas y le impuso reglas de conducta por el término de tres años, así como trabajos comunitarios en una institución de bien público.
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